domingo, septiembre 10, 2006

Voy en un tren-casa; un dormitorio sobre rieles. Veo por una ventana el mar de un intenso e inmóvil azul, al final de la calle. En el tren-casa viaja una anciana y dos extranjeros. Viajamos-vivimos plácidamente. Comienzo a inquietarme. Los otros buscan algo que se les ha perdido. Me angustio porque sé que algo me he robado, aunque desconozco lo que es. Trato de escapar. Tengo vergüenza de que me descubran. Tengo mis manos empuñadas de tanto ocultar algo en ellas. Me duelen.

Despierto sobresaltada.
Me duelen las manos.
He dormido con ellas dobladas y empuñadas.
El sueño me ha robado la tranquilidad.
Prendo un cigarro para aquietarme.
Miro la hora: 3:52 A.M.
Ya nada me hará volver a dormir.
El efecto de las pastillas debe ir rumbo al mar en ese tren-casa.

4 comentarios:

Luis Seguel Vorpahl dijo...
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Luis Seguel Vorpahl dijo...

Yo se lo que has robado, lo extraño cada instante de todos los días.

dreamparanoid dijo...

Abriste la puerta al mar y el viento te despertó sobresaltada?
cuidado con esos sueños, que entre tanto buscar puedes encontrar su significado.

Luis Seguel Vorpahl dijo...

Oh bueno don Ignacio, siempre es bueno preguntar antes de disparar porque se puede herir al inocente, se me dobló el comentario que usted ha leido, es decir, lo envíe dos veces, por eso borré uno de ellos, si eso es dictadura o represión para usted...bueno....para mi no. ¿perros que ladran?, pobre Quijote ¿habrá querido decir lo que...en fin...que esté bien.