El 11 me encontró en Toconao y me recibió con banderas negras en sus calles.
Desde una casa de barro e historia, una viejecilla me dijo que las banderas eran porque de los desaparecidos en aquel fatídico día, la mayoría era del norte, mineros, obreros y pescadores de las áridas tierras de Atacama...
Quedé muda ante la inconmensurable realidad y sólo pude guardar un minúsculo silencio de recogimiento y respeto...
Siempre pensé y creí que mis velitas en el Estadio Nacional cubrían todo el mar de compañeros idos, pero allí, en mitad de la nada y de la sal, descubrí que el desierto homenajeaba a los suyos con la quietud sepulcral del desierto más árido del mundo.
Expiré una plegaria al cielo traslúcido del norte y guardé silencio......
Las historias de Manuel, los recuerdos de Amanda se hicieron carne viva de azufre y ausencia y mi lágrima contemporánea fue a llevarles una flor al éter en donde se encuentran.
Ahora los recojo en mi página para que NUNCA MÁS EN CHILE.
4 comentarios:
Que linda fotografía escrita.
Hey!, hace algún tiempo había pasado por tu blog. Leí en tu respuesta que eres profesora de Lenguaje.
Sabes ? . Estoy terminando el cuarto medio y una de mis alternativas para el próx. año es Licenciatura en Literatura.
Muchos saludos
espero volver a leer una de tus visitas :)
y un compañero mío, con su hija nacid a un doce de septiembre, que nombra Amanda a su hija.
tremendo...
Chile por lo general se olvida del norte - a menos que sea por temas limítrofes-. Es como si fueramos patria desde Santiago para abajo. Una tontera.
todo bien?
mucho tiempo sin pasar por tu acogedor sitio.
saludos maestra
¿donde estas? necesito de tus palabras,
.
seremos siluetas
te invito a posmópolis, santísima posmópolis
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