He subido a tus caderas
y recorrido tu pampa de casitas inclinadas.
He hablado con los gatos
y ahuyentado a las gaviotas que te inquietan el descanso.
He olido tus pudores de mar y tiempo
y he trabado amistad con las luciérnagas que
te alumbran de noche.
A cambio
me has devuelto el murmullo de tus escaleras interminables
y la filosofía profunda
de tus oxidados ascensores.
Me has mostrado fotografías
de aquella jovencita ansiosa que se buscaba
en tus noches de bares y tango.
Estoy de vuelta
Nos seguimos amando
y luego de tanto esperarnos
aquí estamos de nuevo
mirándonos hasta extasiarnos.
martes, febrero 06, 2007
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5 comentarios:
Vas a hacer que los celos crezcan ... pobre Santiago. Tan abochornado, tan trabajolico, tan transantiago.
Asi que tu sigue caminando, recorriendo tus cerros, mirando la arquitectura caotica y hermosa.
Gracias por mostrar así
al Puerto.
pucha. este poema no es para mí.
qué miedos hay sobretu almohada?
ah!
pero qué terrible eres!
escribes eso y uno se queda pensando en el poder que tienen los sentimientos humanos. cuando son verdaderos, claro.
Saludos!
maestra,como siempre!
ta cerca. Y hoy que tengo pena, me hiciste falta.
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