Debe ser porque este Santiago no está en Compostela; no le cosquillean los pasos de peregrinos, sino que se encuentra anclado en el tercer mundo; más tiradito pal culo de éste.
Me sitúo en el ombrigo del paquidurmiente y me dejo mecer por un calor de aquellos que, a estas alturas del calendario, debiera ser una alucinación del pasado reciente. Yo feliz revolcándome en el sudor y encandilada por esta luz que desborda ventanales, hiriendo un abril que no se atreve a nublarse.
Como pueden ver y apreciar, el silencio de la hoja pasada no hizo mella en mí. En lugar de protagonizar la carátula de una página roja, estampada cuatro pisos abajo de mi pantalla, me encuentro aquí, frente a ésta, contertuliando con ustedes, derrotando una vez más a la desidia y robándole palabras al diccionario estrecho de mi mente para desmentir a los oráculos que predicen que no aguanto tanto tiempo en soledad y silencio.
En todo caso, me presento humilde ante las horas porque...aún no se acaba el día y mi depto sigue vacío...
4 comentarios:
Si, bastante en el culo estamos.
Pasé el largo fin de semana religioso en Santiago.
Fue una pequeña luna de miel, con Maleza, el Ictus, el cione, los Museos.
Este año trabajaré todos los jueves en la capital, frente a la Sociedad de Escritores.
Quieres almorzar conmigo mañana?
Besos, desde una Viña del Mar también calurosa.
:)
estoy sobre el paquidermo...
está roncando.
Es tan raro el tiempo, ale...
todo...
y
sobre todo.
te quiero
Quieres almorzar conmigo uno de estos días?
y ya po... llámame ... mierda!
No te puedo invitar almorzar estoy muy lejos pero me gustó tu textos, tiene vitalidad y es vividencial.
se te extraña por estos lados...y tambien se te requiere...
llamame cuando puedas...
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