
y me deleitaron con la musiquita de tu nombre tintineando en mis párpados...
Esta vez no nos iremos de la orilla
no nos despediremos hasta el siguiente invierno...
esta vez le daremos cuerda a lo que nos decimos en el silencio de los otros
le haremos caso a los instintos que nos definen
y dibujaremos el tiempo hasta la saciedad...
Desde una torre de dudas y fantasmas otoñales
miro tus ojos oscuros
me refugio en tu sonrisa
dejo que tus manos me muestren el mundo
y le anuncio al tiempo que ha quedado cesante...
Ya era hora que volvieras a mi...
aunque nunca te has ido del todo...
tan solo diste una vuelta
tomaste un poco de aire
y viniste a mi encuentro.
Te esperaba...