sábado, abril 28, 2007

Queja...


Chillamos todos

acometemos alaridos insalubres

estiercolados verbos

sangrantes de espinas emocionales.


Para qué acallarnos miserias varias

si en un par de copas se nos van

prejuicios, enemistades,

ideologías, verdades encubiertas

y miserias explícitas.


Démosle vuelta al carrusel

una manivela no hace futuro ni presagio

a lo más tendinitis emocio-existencial pueril

sacrosanto elixir de cultura ancestral.

Démosle no más.


Al primer sorbo somos todos Lonconao

los que siguen nos emparentan en una diversidad ambigua

ya para el último

hemos hermanado lo inefable

y seguimos en la senda del que suma y sigue.


No hay fronteras para el etílico ulular de conciencias

atalayas desmoronándose

vigías corruptos de la palabra

concatenación de nadas yuxtapuestas ad eternum.


Me quedo con el amor prosaico de los paraderos de micros

mosqueados reductos de sexo apurado a más no poder

vestiditos rosados rasgados de premura verde

y un tornasolado amanecer de otoño transnochado.


Me quedo con la locuacidad de un gemido iridiscente

carcomido por el rocío de una estación árida en su vastedad.

Me quedo con el sutil exhalo de una profecía murmurada

a voz en cuello de un orgasmo solapado.

viernes, abril 20, 2007

Yo soy como soy...

La voz se me cae por la comisura de los labios.
Las rodillas decidieron dejar de pertenecerme e ir en busca de un cuerpo más calmo.
Mis ojos reclaman un cristal que les aumente el mundo.

La edad me hace un guiño y me lanza un beso.

Las horas no son parte de mi vida; yo les cuelgo como un órgano mortecino.

Lo más sincero de mí es el pelo: incauto, hiriente, díscolo y atormentado; hecho de madrugadas presurosas, fugitivo.

Me ahoga la prisa, me atañe la ironía, me cautiva la palabra, me perturba el frío y los paraguas.
Contengo la furia, y el llanto, y los estornudos, y los inviernos.
Disfruto de soñar, de pensar, de mirar por las ventanas, de besar.


Yo soy como soy.

sábado, abril 14, 2007

Parto propio...

los escenarios están llenos de musarañas figuras hieráticas colman los accesos mientras las luces se van volviendo tenues todo queda sumido en la oscuridad sólo se oyen rumores bajos el show va a dar inicio el ambiente está expectante silencio un relámpago irrumpe un alarido atraviesa la sala movimientos sordos de caderas apoltronadas en butacas levantan polvo las miradas se suceden hacia un mismo punto ya viene nuevamente el silencio se descorre un velo translúcido las pestañadas sucesivas parecen flashes multicolores un vaho cristaliza las frentes de los espectadores delatadas por un foco que enceguece con su furioso resplandor los latidos se tornan corpóreos ya viene de pronto una musiquita comienza a notarse y a tomar cuerpo nadie sabe a ciencia cierta la naturaleza del sonido se va haciendo fuerte adueñándose de los rincones atravesando los tímpanos ya se hace visible notoria reconocible es un llanto subterráneo que se acerca es un lamento que triza los contornos de la carne es un líquido que se derrama a borbotones

es el nacimiento del universo




domingo, abril 08, 2007

Santiago tiene calor de primavera tardía y silencio de cementerio. Santiago no vive ni vibra con resurrecciones...más bien parece un enorme paquidermo dormido en mitad de la geografía; incólume al asalto de siglos de gloria y algarabía por el pecado redimido.
Debe ser porque este Santiago no está en Compostela; no le cosquillean los pasos de peregrinos, sino que se encuentra anclado en el tercer mundo; más tiradito pal culo de éste.

Me sitúo en el ombrigo del paquidurmiente y me dejo mecer por un calor de aquellos que, a estas alturas del calendario, debiera ser una alucinación del pasado reciente. Yo feliz revolcándome en el sudor y encandilada por esta luz que desborda ventanales, hiriendo un abril que no se atreve a nublarse.

Como pueden ver y apreciar, el silencio de la hoja pasada no hizo mella en mí. En lugar de protagonizar la carátula de una página roja, estampada cuatro pisos abajo de mi pantalla, me encuentro aquí, frente a ésta, contertuliando con ustedes, derrotando una vez más a la desidia y robándole palabras al diccionario estrecho de mi mente para desmentir a los oráculos que predicen que no aguanto tanto tiempo en soledad y silencio.

En todo caso, me presento humilde ante las horas porque...aún no se acaba el día y mi depto sigue vacío...

sábado, abril 07, 2007

Hoy he estado muy sola; demasiado tal vez...Nadie me ha hablado, ni mirado; nadie ha percibido mi existencia.
Ha sido fuerte este claustro. Por momentos, me ahoga tanto silencio...me sobra aire y suspiros; me sobra tanto de mi presencia, tantos pensamientos me sobran y me acobardan.
He sentido el peso de las horas muertas y las he recogido tendida en mi cama como en un féretro viviente, con los ojos puestos aquí y allá, el estómago pegado en el pecho y los latidos apremiantes colgando de la cortina.
Las calles están tan desiertas como yo.

jueves, abril 05, 2007

La tarde cruza ufana el redil de mi ventana
en este sacrosanto preludio a esa muerte histórica
de la que tantos usufructuamos para seguir pecando.

Huevos de Pascua iremos a buscar en escondrijos
olvidando los huevos que Aquel tuvo para inmolarse por nosotros.


No sigan leyendo los livianos de ojos;

los ligeros de creencias,
los talibanes de la expresión.

Sólo quiero un ¡Salud!
por el que pecó primero en este atolón de faltas;
el que pecó de ingenuo,
de solidaridad
de amor fraterno en una cárcel de fratricidas.


Un ¡Salud! por el revolcón de siglos
(ése que es como la energía)
"no nace ni muere; sólo se transforma";
un reventón de apocalipsis
un reventón de hormonas
"el carrete de la vida " -qué más da.


Ya dije: los talibanes de la fe no tienen cabida.


Nosotros,
los
"otros"
que hacemos del cilicio
una marca de gym
un record guiness a tanto despilfarro
caemos en silencio mortuorio
por Aquel
que dio la vida por lo superfluo.