domingo, diciembre 31, 2006

Muerte

Una mirada atrás
se retuerce el engranaje
mariposas de la noche escapan de la luz
un chispazo
luego la oscuridad.

Un andar cancino
la pausa incómoda de los años caracol
dolor de caminos
una hebra blanca reposada en el hombro.

Una huella sinuosa
la calma silente de una tarde de verano
aves raspando el cielo
agudos tornasoles de un día que se apaga
y huye.

La vereda bifurcada de una vida
andamios oxidados
cuentagotas con minutero
la lluvia empapando un asfalto gris.

Un retrato
los árboles recortados en una ventana
lapidarios instantes
mudez.

Sombras enarboladas
los párpados que se cierran
una grúa remontando mañanas
un latido que se pierde en lontananza.

viernes, diciembre 29, 2006

El viaje

El regreso es una ilusión óptica, un espejismo. Jamás se regresa a un lugar o a una persona porque, si así fuera, supondría que los lugares y las personas son estáticos.
Regresar, querer o intentar hacerlo es una utopía; una historia que nos contamos para gozar de una tranquilidad artificial y artificiosa.

El gram mito del regreso va de la mano de Ulises en su Odisea desenfrenada. Pero, ¿realmente regresó?. No. Sólo volvió. Y volvió para volver a salir.

Necesitamos creer en el regreso, talvez como una forma de purgar aquello que creemos hicimos mal y que con este aparente retorno, se nos abre una oportunidad para enmendar. He ahí el espejismo.

Los que volvemos no somos los que zarpamos.

miércoles, diciembre 27, 2006

Mensaje anulado...

Has vuelto a mi recuerdo para trasladarme, otra vez, a tu abrazo; ése que se congeló hace ya tantos años, pero que siempre regresa por las noches cuando cierro los ojos e intento escapar del mundo.
¿Qué harás por estos días? ¿Te acordarás de nuestras tardes de ocio, cuando al mundo lo creíamos nuestro y el tiempo se detenía para dejarnos mirar el uno al otro?

Cuando pienso en ello trato de adivinar tu expresión al recordarme y, como ya lo supondrás, parto siempre por lo nefasto. Te veo enrabiado, perturbado e incómodo por los pasos tempranos, por no haber sabido de la marca que ellos le imprimirían a tu vida. Y es ahí que se me aloja la culpa y se me vienen la tristeza y la urgencia de saber de ti.

Otras veces, las menos, pero las más amables, te veo nostálgico, casi con la misma curiosidad por saber de mi; con una mano dudosa agarrada al teléfono, repitiendo un número que ya no me encuentra.

Pienso...¿Podré, alguna vez, alejar de mi tu presencia?

Mientras más pasa el tiempo, más se enquista tu nombre en mi memoria y hiere con fuerza el apremio de la ausencia.

Hay demasiadas calles donde no te encuentro y hay innumerables momentos en que te haces presente.

En instantes como éste, siento la imperiosa necesidad de no sentir, de no tener conciencia de que el respirar se hace tenue porque duele; duele el silencio, la distancia y el olvido que no llega.

La razón monta guardia certera y envía a su milicia para que me hable de idealización, de tontera, de atadura y me conmine a dejar a los fantasmas en paz; que te deje ir para que puedas hacer tu vida y, de paso, yo me ocupe de la mía.

Pero es difícil porque te llevaste mis herramientas para creer, para construir una nueva ilusión, para avanzar.

He quedado anclada a ti y tú, ignorando todo esto, debes estar yendo por la vida con tu cara trizada, tu boca rosada y tu mirada de abandono.

Ves?

Los asaltos de la razón no pueden contra esta emocionalidad que te ha erigido en el sinónimo del amor más puro que de mí pudo nacer algún día.

Lo sé. No tiene sentido. No tiene sentido que, aunque te sepa lejos, aún reclame tu nombre.

Pero...¿Hay algo más sinsentido que el tener memoria?

martes, diciembre 26, 2006

Tres de mis cinco relojes se han detenido
parecen negarse a la ida de este año
me han dejada huérfana del tiempo
y desprovistas de atuendos mis muñecas.

Yacen varados en el velador
exagües de tanto correr días
parecen descansar inocentemente
cual veraneantes bajo un sol ampolleta.

El tiempo debiera detenerse
al igual que sus esbirros
para coger mi boca una bocanada de suspiro
atrapar mi frente una brisa matutina
y disfrutar de la laxit
ud de una tarde.

Pero el inmisericorde no cesa en su estruendo
arrastrando a su paso las hojas de un calendario
asolando momentos que soñaron con ser inmortales
escupiendo su brioso poder sobre mi espalda.

Es una lucha encarnizada la que ambos tenemos
me niego a correrlo, me llena de canas
me resisto a su estampida y casi hiberno
me azota el cuerpo con sus estrías.

El tiempo y yo nos miramos de reojo
nos mostramos los dientes desconfiados
nos batimos a duelo cada mañana
para ser yo la vencida en las contiendas.

No hay enemigo más temible
ni lucha más absurda e infructuosa
es lo único que me va quedando de rebelde
y es la brizna que amarra mi utopía.

lunes, diciembre 25, 2006

Ráfaga

25 de diciembre...día raro...como el día después de algo grande, un globo desinflado, fláxido. Un día de pocas palabras, poco movimiento...las grúas de los edificios en construcción parecen gigantes estáticos en medio de la ciudad...
Parece como si en el Santiago de mi ventana hubiesen desparramado un gas paralizante...unas pocas micros se atreven con el ruido...el resto es silencio; silencio como el de mi boca, de mis venas, de mis ojos.

lunes, diciembre 18, 2006

Preguntas al destino...

Volveré a mirar el mar desde un cerro anclado a una escalera?
Llegará a mi vida un otoño que no me hunda en la melancolía?
Habrá un sol radiante el día de mi muerte?
Volverán a brillar mis ojos al reflejarse en otros?
Conocerán mis huesos la palabra "descanso"?
Sabrá mi espíritu cuando llegue la hora de la verdad?
Cogeré algún día una mano para caminar acompañada?
Sentiré cuando lleguen las respuestas tan buscadas?
Habrá hojas crujientes en mis próximos pasos?
Vendrá la noche del sueño sin pausa?
Veré alguna vez el olvido reflejado en tu mirada?
Sabré decirte "adios" en un poema?
Seré escogida para amar nuevamente?
Se helarán mis pies el próximo invierno?
Sabrá mi boca del dulzor de otra?
Esperará el reloj hasta que logre ser feliz?
Podré dejar de mirar hacia el pasado con nostalgia?
Responderá el destino a mis preguntas?

sábado, diciembre 16, 2006

Mis tesoros...


En una cicatriz guardo el espanto
en mi mano empuñada un sueño vano
en mi carcaj azul guardo una nube
y en mi tórrido cuerpo una espera.

En mi mente alocada un teorema inconcluso
en mi oído izquierdo tu nombre robado
en mi vértebra torcida una postura de vida
en mi pestaña porfiada una lágrima.

Guardo un te quiero para un caminante
un deseo insepulto guardo por años
una palabra hiriente que me caréa los huesos
una célula cancerosa para el día de mi muerte.

Una carcajada eterna en mis costillas
un reguero de días en mi obituario
una cartera de estrías en mi memoria
una esperanza enquistada en mi retina.

Guardo una escalera porteña en mi celda
varios garabatos en un cuaderno infantil
un pétalo olvidado como un beso
un invierno frente al mar y lejos de ti.

Mis tesoros confesables guardo en la boca
mientras los demás son volutas de saliva
que atormentan la garganta
que vigilan el ansia
se atropellan por parirse en rebeldía
se agolpan en la trastienda de la lengua
se ahogan en preceptos...
c
a
l
l
a
n

viernes, diciembre 15, 2006

¿Recuerdas...

cuando fuimos al cine y nos descubrimos viéndonos por primera vez?
el beso fugaz que nos dimos y que despertó la confusión de la que creíamos era amistad?
cuando deslizábamos las manos hasta tocarnos sin que nadie pudiera notarlo?
cuando hicimos el amor por primera vez, llenos de torpeza, ansiedad y temor?
que jugábamos con la forma de las nubes?
los nombres que nos
inventábamos para encubrirnos?
mis clases de historia en la cama?
tus manos explorando mi cuerpo dormido?
las fotos en blanco y negro que nos tomamos una noche?
nuestros viajes al sur?
cuando hicimos el amor en la alfombra con el canturreo incesante del perro?
te regalé el único libro que he escrito?
me escribías encendidas cartas de amor llenas de faltas ortográficas?

que lloramos cuando nos depedimos para siempre?
cuando tú dibujabas mientras yo escribía poemas?
cuando te intentaba enseñar a bailar?

que nos prometíamos futuro?...

¿Recuerdas cuándo comenzaste a olvidarme?

miércoles, diciembre 13, 2006

Sentir...

Te escribo desde mi cama
desde mi alma
desde mi mirada silenciosa
desde la hora tardía
en que te velo el sueño a la distancia.

Te escribo desde lo prohibido del sentir
desde el abrazo de venas que te doy
desde el gesto imperceptible

que devuelvo cuando me miras.

Te escribo desde la ansiedad
de no querer sacarte de mis manos.

Te escribo para entrar en tu descanso
y cometer un acto de amor.

Te escribo y me refugio en tus recovecos
para desde allí musitarte mi nombre.

Te escribo para exorcizar la locura
de este sentir vedado.

domingo, diciembre 10, 2006


Tatiana Fariña
Elizabeth Cabrera
Beatriz Díaz
cecilia Magni
Catalina Gallardo
Mario Zamorano
José Morales
Gonzalo Muñoz
Rodrigo Rojas
Santiago Natino
José Miguel Parada
Manuel Guerrero
Rafael Vergara
Eduardo Vergara

tantos y tantos otros que hoy descansan un poco más en paz...hay que celebrar, pero no hay que olvidar: JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES.

Nostalgia pura...


Anoche fue un remanso de nostalgia...
un momento único en el latido del tiempo...
nos transportamos en una canción hasta los recodos de la memoria...
nos conectamos con las utopías y sentimos por un segundo que seguían allí;
que nadie las había vendido ni traicionado;
que todo estaba intacto, aunque ya no lo estuviera...
fue un momento mágico: Schwenke y Nilo cantando como en la humareda de una barricada,
Luis Le Vert nos hizo gritar a voz en cuello el Homenaje a Víctor y
Carmen Prieto no envolvió en su voz con la trova cubana...
Por un instante, los sueños volvieron a tener sentido, la juventud idealista dejó atrás nuestros cuerpos ahora abultados y se instaló entre las mesas a departir con lo que fuimos antaño.
Canté, recordé a muchás ánimas que también se congregaron allí,
repasé fragmentos de mi vida universitaria allá en el puerto querido,
el de las eternas escaleras,
del mercado,
la Avda Argentina...
fue nostalgia pura.

miércoles, diciembre 06, 2006


Llegar al cielo es
vencer sin combatir
atraer sin llamar
actuar sin agitarse.

Llegar al cielo es volver a casa.

martes, diciembre 05, 2006

Los 41...

me llegan como anillo al cuello
de esos de bronce que ponen verde la piel
me pillan con la guata abultada y las sienes teñidas
pero matriculada en gym y socia vitalicia de Koleston
me atrapan llena de refranes de la abuela
ignorante en la cocina
y ansiosa de las artes amatorias
me descubren plena de discursos y eufemismos de lo que es vivir
pero sin una pizca de rasguño en la moral
o sea sin nada sabroso que contar.

¡La vida es dura!

Un 7 de diciembre, martes aquél, a las 15:10 hrs, un grito vino a sepultar el ruido de lo externo y la tranquilidad de una familia de tradición...fui yo.

domingo, diciembre 03, 2006

Metamorfoseándose la vida...

Nadie entiende que soy un insecto, un émulo de Samsa, una mujer atrapada en unos testículos que no pedí y que, por falta de monedas, deben vivir aprisionándome el alma.
No soy culpable de que no me preguntaran qué quería ser al nacer. Me trajeron y ya!
Por años, endurecí mi voz, me puse al arco, me paré con dificultad ante los urinarios de la escuela (dificultad para resistir no mirar pal lado). Pero nada! Ahí estaba yo y mi estigma; la yaga que debía ocultar, la palabra aflautada, la alita quebrada que todos comenzaban a ver.
Mi padre decidió que los militares me corregirían, aunque fuera a golpes. Mi capitán le sacó brillo a sus estrellas en mi espalda hasta que cumplí mi Servicio a la Patria y salí más maricón que dos años antes.
Lo mío era el arte y no los números, ni la mecánica, pero nuevamente mi padre intervino y pagó mis estudios en una Universidad con nombre de prócer. No demoré en obtener el cartón (ser marica no es sinónimo de ser leso).
Poco antes de que mi viejo muriera, le colgué el título frente a su cama para que su agonía fuera corta, su partida rápida y su conciencia flotara hasta el jardín del edén sin turbulencias en el viaje.
Mi mamá es otra cosa. Cuando se dio cuenta del hijo que tenía, exhaló un profundo y prolongado suspiro para rematar con un "Dios tiene sus razones para hacer las cosas" y comenzó a bordarme las camisas (enchularlas, se diría hoy), a prestarme su lima para las uñas y a vendarme los pies para que se vieran más finos.
Ya hace años que murió mi viejo y cada vez que me paro en esta esquina no puedo evitar acordarme de él; por aquí pasaba camino a la fábrica y por aquí pasan hoy sus compañeros obreros que, al verme, voltean la vista, aunque más tarde, en la nochecita, me digan palabras dulces en los oídos.
A veces pienso si mi padre no hizo lo mismo alguna vez; esas semanas que mi vieja lo tenía con restricción y no le daba la pasada. Quizás, en una de ésas, ligó con uno como yo y hasta le dio esa zurra que me prometía cada vez que, con un poco de alcohol, se me salía la Yazna que llevo dentro.
Hoy estoy aquí, en medio del parque, esperando un lance que me zambulla en el fin de semana; ese territorio alejado de la corbata, el protocolo y esas caretas que todos, cual más cual menos, lucimos en la oficina.
Soy ingeniero (el ícono de la masculinidad de día), me llamo Alfonso y mis jefes me palmotean la espalda por lo prolijo y dedicado.
Por las noches y aquí, en el parque, soy la Yazna y ando en busca de que alguien me palmotee el resto del cuerpo. Ojalá esta noche no sea floja. Necesito las monedas para ir a Baires, operarme y luego irme a un tugurio a bailar tango con un traje negro que guardo como hueso santo y una rosa roja atravesada en mi boca.
Después de ese sueño, no me importa volver a esta esquina, morir en manos de uno de esos pelados que buscan una raza que no existe o ser manoseada por un paco baboso, que jura que es hombre porque habla golpeado y pasó piola durante sus años de entrenamiento de perro.
El pobre gueón no sabe que mi procesión está en mi entrepierna y la suya en el uniforme...
Pero como decía mi taita "el hábito no hace al monje y en pelotas somos todos Lonconao"

viernes, diciembre 01, 2006

Cumple años...feliz


se vienen los años
no hay incertidumbre que aguante
ya ni ronronean los balances
lo que no se hizo es culpa del empedrado
mejor teñirse el pelo
y en una de ésas las ideas
ya ni el polvo soporta tanto análisis
el espejo es un leguleyo frente a tu efigie
hasta los lentes se empañan
las rodillas tañen
las curvas se baten en retirada
los pensamientos se enquistan más rápido que ligero
comienzan a proliferar los refranes
todo tiempo pasado fue mejor
la risa está surcada de fisuras
el alma no se eleva como volantín
la espera se torna presente perfecto
los márgenes vencieron sus elásticos
uno se equilibra como endemoniado
pasas a ser la señora sin anillo
vienes de vuelta sin haber ido
te ganas el respeto por secretaría
tus goles son consignas de cartón
tus verbos son historia
hay que cerrar las ventanas para no resfriarse
duermes menos
crece el colesterol en las arterias
te conceden el asiento en las micros
vienen la tortícolis el reuma y sus aliados
no te citan a entrevistas personales
los escotes te llegan a la cintura
hablas de las efemérides como en el living de tu casa
ya arrugaste todas las banderas de lucha
te molestan las pelusas en los chalecos
y los adornos fuera de su sitio
le hablas a las plantas
consumes gatos
cambiaste el rock por Vivaldi
y los desenfrenos por el reiki,
los ritos de iniciación por los de sanación
coleccionas libros de autoayuda
te inyectas metacaroteno a la vena
andas leyendo las fechas de vencimiento en los supermercados
vacacionas en el Valle del Elqui para reflexionar
te matriculas en un curso de macramé
escribes cuentos infantiles como hobbie
planchas hasta los calzones
guardas una estampita de la Virgen en la billetera
tomas sagradamente dos aspirinas al día
hueles a crema antiarrugas
y esperas a tus amigas con un tecito y galletas para el día señalado...

¡¡¡¡Que los cumplas, feliz, te deseamos a ti!!!!