jueves, agosto 31, 2006

Comentario al paso...

Los tiempos cambian y las costumbres son también arrastradas por él. Pero es una lástima que muchas de ellas sean carcomidas por la desidia, la mediocridad y la falta de compromiso. Me refiero al escribir. En mis tiempos mozos, escribir era un acto de suma relevancia; los adictos a las letras se dedicaban a ellas con pasión de adictos y tesón de artesanos haciendo y deshaciendo versos y párrafos con el sólo y único propósito de ser justos, estéticos y edificantes.
Hoy por hoy, pareciera ser que esta práctica se ha masificado: abundan los blogs, los fotologs y otras páginas similares que podrían, perfectamente, convertirse en caldos de cultivo para nuevos narradores, poetas, ensayistas y demases, pero que, por el contrario, se han erigido como una forma de destruir, descalificar y ofender, amparándose en una seudo-crítica que destruye como reguero de pólvora, sin dejar el suelo para volver a sembrarlo.
Es cierto, muchos dirán que esto es una prueba o evidencia más de las consecuencias históricas de nuestro pasado reciente. Lo comparto, pero al mismo tiempo me pregunto:
¿Hasta cuándo seguiremos revolcándonos en la mierda, sin decidirnos a empezar de nuevo, partiendo por retomar ese curso de la historia que una vez nos robaron?

domingo, agosto 27, 2006

Te miro
desde detrás de la sombra
que proyecta tu ausencia;
desde la orilla que atrapa mis pasos
y me envuelve de cautela.

No quiero desvandar
las mariposas del silencio
que exigen las miradas,
ni susurrarte espantos.

Te carcomo la risa
hasta saciar mi ansia
antropófaga
delirante.

Muerdo tu mirada
y me atoro
atrapándote en una fantasía
azul.

Aquella noche de muchas copas y lengua fácil, terminamos enredados entre sábanas ajenas, intentando transformar el cariño en pasión. No resultó. Nada hizo que me vieras joven y lozana. Ninguno de mis felinos movimientos, ni mis susurros soeces, ni mi evidente humedad, lograron despertar en ti a ese animal que, poco antes, me describías con pelos y señales, embistiendo a cuanta hembra cruzaba una mirada contigo.
Quedé exhausta de tanto suplicarte, con mi cuerpo, que hicieras un alto a tus exigencias estéticas y me vieras como algo más que una confidente; algo más que unas canas en las sienes; algo más que un atado de arrugas que se cimbreaba sobre ti.
Te dormiste huyendo. Me vi en el espejo. Te violé. Y se acabó la tragedia.

jueves, agosto 24, 2006

Mis pasos perdidos...

Ando con la brújula algo mareada, tropezando con antiguos desvaríos; haciéndome la loca con reparos y prohibiciones.
Ando maniatándome los ojos y el decir, esquivando esquinas, pisando miguelitos para no irme derechito al caos.
¡ Este placer que siento deambulando los límites insondables de mi nervadura será, tarde o tamprano, mi pérdida !
Me abrocho los labios, pero mis manos hablan por sí sólo, aunque en una clave perversa y pervertida.
Transito la huella del insomnio y mi mente febril se solaza en demostrarme que puede más que el cansancio y los sablazos de mis censuras.
Mi espera trasnochada, a veces, tiene su cerecita que la adorna y la derrite en palabritas rosadas a medio balbucear.
Me río de mí misma, pero también me reprendo y me reprimo.
Y me dejo llevar por un ratito, y me edifico, y me duermo adormilada de estrellas que sólo brillan para mí.
Mañana acecharé de nuevo, me alejaré otra vez, me ataré las ganas y ... pasará otro día.

martes, agosto 22, 2006

Nos fuimos quedando en silencio
la lengua tragada no profirió más blasfemias
la cama quedó desecha y sin vuelta atrás
la espera se hizo hielo
se instaló la incertidumbre.
Los relojes, como racimos bufenescos, me miran y detienen su ulular para reírse de mí...me ven la cara de ansia pura; me ven los ojos desorbitados buscándote y se ensañan con su alocado correr para dejarme fuera del círculo...
Me había desacostumbrado a estos trotes...
Mi encéfalograma plano comienza a despertar de nuevo...

lunes, agosto 21, 2006

Más allá...


Se fundieron en un abrazo eterno.
Las palabras no cabían entre ellos; los recuerdos apenas les rozaban el ánima; sólo había suspiro para estrecharse hasta sentir el escozor del cuerpo adherido.
Cuando sintieron que nuevamente el tiempo era de ellos y no se les escaparía, se separaron un tanto para escrutarse la mirada.
La historia pasó a raudales por esas pupilas.
Como un racconto endiablado desandaron la memoria y un rictus de alegría se dibijó en sus rostros.
¡ Lo habían logrado !
El gran desafío estaba cumplido: muertos en extrañas circunstancias, se reencontraban ahora en otra vida.

domingo, agosto 20, 2006

¿No será su tonto presagio?


¿Quién no ha tenido una de esas tardes de soledad rotunda en las que el teléfono no suena ni para número equivocado y la puerta no llama ni para evangélicos buscando salvar almas perdidas y la lengua sólo quiere batirse y evadirse en una larga y adiposa conversación banal de domingo por la tarde?
La tarde está como esas gomas de mascar que, de tanto darles vuelta y rumiarlas, quedan exagües debajo de una mesa o tiradas a la vera del camino.
Hay sol primaveral (y lo celebro), pero parece haber aletargado al kilómetro cero de esta larga y angosta faja de tierra. Si hasta las antenas de celulares han dejado, por hoy, de emanar sus ondas cancerígenas y las aspas monstruosas de tanta grúa del progreso han detenido su habitual movimiento de pélvico cemento en construcción.
¿No será que tanta inmovilidad es presagio de desgracia?
¿Acaso no se acuerdan de la calma que antecedió al terremoto de aquel apasible domingo del 5 de marzo del ´85?
¡¡¡¡¡A confesarse por si las moscas!!!!!
No será cosa que.........

Oportunidad única...

Por esta vez
sólo por esta vez
le acestaré un golpe a la melancolía
y le regalaré
una sonrisa a la noche
no sea cosa que se acostumbre
y ya luego
no pueda
dejar de reír.

¡Qué reclamo de mandíbula!

Nada pueder ser
más perverso
y
morboso
que estar condenado
a sonreír.

sábado, agosto 19, 2006

Prohibido...

Un abrazo...
la convulsión...
remolino
de pudor y vergüenza
que tiñen mis greñas cansadas.

Cómo mirarte
deteniendo
el ebrio exhalo de mis mejillas.

Maniato mis nervios
y escondo la trastienda de la mirada
para no
espantar
tus mariposas
inocentes.

Comulgo con el silencio
inventando
el vuelo
del sueño que no es...
PROHIBIDO

¡ La inocencia transparentada de tus ojos !

No imaginarás
la estampida de melodía
que de mí
convoca
tu nombrecillo.

jueves, agosto 17, 2006

La vejez es una puta marchita, macabra y amargada que sólo quiere vernos decaer hasta dejar nuestros lastres en el suelo e ir a carcajear a otro sitio.
Se me llenaron los pulmones y el hígado de pena al ver a mi abuela, desmemoriada, musitando bajito el porqué aún la vida la obligaba a seguir.
Hubiese querido ser bala para interrumpir ese quejido incesante...Hubiese querido poder unir mis manos para recoger esos trazos de memoria que se desgranaban de su mente.
Toda una tarde reconstruyendo nuestras vidas a partir del olvido de nuestros nombres...a cada tanto, dejaba de ser su nieta para convertirme en un ente extraño, ajeno, a quien, como desde detrás de una ventanilla pública, me decía: ¿Cuál es su nombre, señorita?
Y yo repetía Alejandra hasta que logré convencerme de aquello.
Recuerda con una nitidez de iluminado sus largas trenzas de niña sureña, pero ha olvidado qué comió hace media hora; recuerda los embates de la Segunda Guerra, pero dejó volar quiénes estamos a su lado.
¿Para qué mierda atesorados tantos recuerdos, si a los 87 años, ya sólo los babeamos en una nebulosa de tiempo y espacio?

martes, agosto 15, 2006

Vorpahl...


He salido caminando hacia ti...
sé que algún día llegaré, aunque tenga que dejar mis huellas en el desierto
y la última gota de sudor quede atrapada en una línea de tren olvidado en la pampa.
Hoy sé que voy en tu búsqueda para refugiarme en tu calorcito tierno y brutal,
para ser presa de tu delirio, de tus fauces, de tus temores y arrebatos.
Apenas llegue, beberemos con Dios hasta emborracharlo y nos cuente el verdadero truco de la creación
o nos haga el milagrito,
qué sé yo.
En cuanto llegue, refundaremos el tiempo a nuestro antojo...
Espérame...
Voy en camino.

lunes, agosto 14, 2006

Yo-mosaico

Quiero una muerte de bullicio y palmas.
No quiero silencio en mi próximo funeral.
Ése que será el último...el resumen de todos estos.
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Esta quietud que relaja
mis manos rosadas
mantiene el elenco de la rabia
desdibujado en vacaciones.
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Soy un mosaico de memoria
un espacio fragmentado

en un mar de totales.
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Algo hay tras los visillos
un mundo late...
direcciones equívocas
esquivas.
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Tu voz, añoranza tardía
se desliza en mi oído
analfabeto.
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Ando en busca de un destino
que me conduzca
al final del camino
...con rapidez.
¿Cómo reconocer el pasado de los espejos?

Recorrer el pliegue de lo remoto que hay en ellos;
descubrir el líquido que los convoca
y ser invisible a su reflejo
para sorprenderlos en su labor de perpetuar momentos.

Un espejo es un ente vivo;
se alimenta de nuestras intimidades;
un ser impertérrito y mudo,
pero vivaz en su mirada escrutadora.

No es manos, ni boca
sólo ojos;
un hueco profundo en la irrealidad que transparenta;
un cautivador;
un loco enajenado por imágenes ajenas.

sábado, agosto 12, 2006


Se escudriñaron la piel hasta que los poros gimieron de placer y aún más. Se recorrieron con los ojos y las yemas de los dedos sin dejar espacio a la duda.Redibujaron el mundo con la unión de sus sexos anhelantes. Y lo primero fue el fuego que les abrasó la hiel y los fundió. Luego crearon el grito que destempló el tiempo y los astros. Y el mundo culminó de hacerse al nacer el agua que manaba a borbotones y bajaba por sus piernas hasta llegar al mar.

Adopción...

Despertó en un escaparate con vista a la calle. Muchos transeúntes se detenían a mirarlo, sobre todo niños, que sonreían con él. Más de alguna vez deseó salir de la tienda en brazos de uno de esos niños, pero todos seguían de largo.
Las noches eran eternas en la vitrina. Los demás juguetes hacían de las suyas, conversando y corriendo por ahí, mientras el vendedor dormía en la trastienda.
Pero una de aquellas noches fue diferente.
Justo cuando cerraba sus ojos, un gran resplandor se posó frente a la vitrina y un estruendo de vidrios rotos alertó a los juguetes que quedaron paralizados.
Unos hombres violentos entraron botando todo a su paso. Juntaron los billetes y monedas en un gran bolso y se dispusieron a salir.
Al pasar por la vitrina, uno de estos hombrones reparó en él y lo cogió del cuerpo.
Lo último que vio fue al vendedor tirado en un charco de sangre.
Pero ni eso ni nadie podía borrarle la sonrisa de saber que, desde ahora, tendría un dueño.

viernes, agosto 11, 2006

Debían tocarse a hurtadillas y mirarse esquivamente, aunque la pasión que los embargaba daba como para un incendio de proporciones dantescas.
La noche y la clandestinidad eran sus cómplices; se sentían a sus anchas y se prodigaban besos y caricias al amparo de la oscuridad.
De ese modo, único modo, podían amarse, ya que durante el día sólo un guiño, un gesto austero, los acercaba.
El amanecer los pillaba siempre elucubrando con ese mañana que nunca llegaba; cuando pudieran mostrar, a los cuatro costados, lo que sentían el uno por el otro.
En cuanto sonaba el despertador, se levantaban, vestían y partían al trabajo, el mismo para ambos.
Llegaban desfasados y se saludaban reciamente; así, como se saludan dos hombres que no pueden demostrar lo que vivieron horas antes.

Acabo de ver el video de mi operación y se me han recogido los miembros, el alma y la lengua...
Sentí que me despedazaban con violencia, mientras yo divagaba sumida en un sueño ausente...
Era el abortar un cuerpo extraño para todos, menos para mí...
Me hizo pensar en otros abortos y otras violaciones...
Se me acalambraron las rodillas en el vano intento de defenderme de la barbarie y las cuencas de los ojos contenían el inmenso y minúsculo universo de mi útero...
¿Cómo se extirpa el tumor que me ha quedado en la retina?

sábado, agosto 05, 2006

Coincidencia...

Se conocieron un día por esas coincidencias que no existen.
Ambos fueron a tomar el mismo libro de la estantería, rozaron sus manos y dejaron caer el volumen de cuentos.
Rápidamente se agacharon a cogerlo y un nuevo acercamiento los puso en tensión.
La turbación dio paso a una sonrisa y de ahí a un café para decirse la vida.
Ya era noche cerrada cuando se despidieron.
Ambos tomaron rumbos distintos. Ambos llegaron al mismo tiempo a sus respectivas moradas. Los chirridos de las puertas se confundieron en el silencio de la noche.
Todo volvió a su calma habitual cuando cada uno entró en su féretro.

jueves, agosto 03, 2006

Accidente de trabajo...

Como todas las mañanas, se acomodó el abrigo, espantó el frío y enfrentó la calle desierta a esas horas. Sólo debía caminar dos cuadras hasta la parada del bus, esperar unos minutos y ansiar un asiento vacío que la cobijara una hora completa hasta llegar a su trabajo al otro extremo de la ciudad.
Sus tacones acallaron los pasos que de cerca la seguían. Cuando por fin notó la presencia, ya era tarde. Una mano tapó su boca y su mirada se perdió en la copa de los edificios circundantes.
Como todas las mañanas, dejó su abrigo detrás de la puerta, espantó el frío con un café amargo y enfrentó el escritorio atiborrado de tareas del día anterior. Sólo debía caminar erguida y displicente para ocultar el estigma que, desde temprano, ardía en su entrepierna.