domingo, diciembre 30, 2007


Amores y barcos

transitan tenuemente

arrastran marejadas

suspiros

respiros

oleajes.

Los amores encallan

en el olvido;

los barcos

asesinan olas y fronteras

hasta quedar a la orilla

del mundo.

El amor se bifurca;

la esquina se rompe

en un llanto

hasta desaparecer en el horizonte.

Amores y barcos

conducen a nada

giran

circulan

vuelven

aunque nunca llegan para quedarse.

martes, diciembre 25, 2007

Lo vi atravesar el cielo frente a mis ojos...dibujó un arco dorado y brillante justo enfrente de mi vista y desaparecer, no sin antes dejar una estela de su risa cantarina entre las nubes.
Jamás olvidaré aquella imagen...me dejó muda durante varios segundos, extasiada.

Por un instante, creo que lamenté haber estado sola porque nadie me creería cuando lo contara, pero luego disfruté que ese momento haya sido sólo para mí.

Estaba parada en el balcón del departamento de la Villa Portales; un 6º piso que abarcaba gran parte de ese poniente ya sumido en la plena oscuridad. Tenía puestos mi tradicional vestido rojo, zapatos negros y brusa blanca.

También llevaba puestos, tal vez, unos 5 o 6 años de vida.

Anoche lo recordé todo tan nítidamente como si sólo un año atrás lo hubiese vivido. Anoche, justo a las 12, cuando me paré frente a mi ventana, de ahora 42 años.

miércoles, diciembre 19, 2007

Fin de año...balances varios...


¡Qué mala costumbre ésta de hacer balances!

¿Por qué no mejor nos dedicamos (embrutecemos) con compras, simular el espíritu navideño, perdernos en el gentío, pavonear con nuestras bolsas llenitas de deudas, sentarnos en las faldas de un vejete cagado de calor, atiborrar los malls y abrir y abrir regalitos?


¿Por qué, Dios mío, no damos abrazos hasta perder la compostura, le aplicamos tortura al hígado, gastamos hasta lo que no tenemos en vernos "pichi caluga" a las 00:00 hrs, vemos un par de luces en el cielo a punta de codazos y garabatos varios y nos dejamos de andar mirando hacia atrás: "ay, que esto no lo hice, que ya no tengo edad para lo otro, que se me va el tren con acoplado, que todo tiempo pasado fue mejor" y todas esas elucubraciones sinsentido?


Hay que cambiarle la cara a este fin de año; decretar la insurrección de las costumbres: que cada uno haga lo que se le venga en gana y si, por ahí, todavía queda un mártir de los balances, pues que lo haga, pero calladito y sin andar luego con semblante lastimero, ni arrastrando el alma o pidiendo consuelo...cada cual con lo suyo, o no?


Ahhh, recién me acordé de que hay un par de cosas que hice durante el 2007 que debo evaluar...no sea que me quede incompleto mi cuestionamiento existencial.


Hasta prontito...

sábado, diciembre 08, 2007


Un brebaje de tiempo me ha raptado de estos nuevos minutos de 42 años y me ha llevado hasta ti, y tu recuerdo, y tu figura, y tu cicatriz inconmensurablemente tierna...Las imágenes se me vinieron a las yemas de los dedos y, desde allí, inundaron la pieza, la tarde, el alma.

¿Cómo poder sobornar a la distancia para que te traiga hasta mí aunque sea por sólo un atisbo de instante?

Sé que estás allí, a la vuelta de mi retina, al amparo de mi corazón, leyendo estas líneas anhelantes...sé que miras lo que escribo porque el destino no puede ser tan insensible como para haberte alejado tanto.

Habitas el despeñadero de mis sueños, mis febriles ensoñaciones, el lado amable y luminoso de mi existencia, mi amor más puro y no contaminado...sobrevives en mi reducto de ingenuidad, en el borde de mi paciencia por encontrarte algún día, en mi fantasía...

Te quiero aún.

viernes, diciembre 07, 2007


Son 42 años

domingo, diciembre 02, 2007


Estoy hecha de recuerdos...una fecha, un aroma, un nombre, una cicatriz, un color, un lugar...todo, todo me remite a un instante que junto a otro han armado estos años y que, ahora, comienzan a hacer su desfile frente a mis ojos para que los repase, los reviva y los resguarde del olvido y el tiempo.

Tal vez por eso tropiezo tan a menudo, porque mis ojos están vueltos hacia el pasado. Pero nunca ha sido un problema para mí, ya que el calorcito del tiempo ido me ha acogido, me ha enseñado pasos a seguir y, lo más importante, ha hecho eternos algunos rostros que necesito y disfruto teniendo cerca, aunque sea a la distancia.

Hoy celebro a la memoria, al tiempo y al pasado; hoy celebro a los que he amado y a los que me han querido.

viernes, noviembre 30, 2007


Me llegan los 42 y enmudezco frente a ellos.


miércoles, noviembre 28, 2007

Las razones
las ilusiones
los preámbulos
cuelgan polvorientos
exagües

ya no piden agua ni contemplación

menos, tiempo

Me sumo a ellos
(hace rato que dejé de pedir clemencia)

Las cartas están sepia en la mesa
las lecciones ya parecen letanía de vieja con encajes en la cabeza

¡¡¡¡Listo!!!!

Ya no basta con desear!!!!

domingo, noviembre 18, 2007

Un atisbo de cielo y de luna
una brisa pintada de azul
mi cabeza vaga buscando respuestas
que demoran y se diluyen
en una oscuridad incandescente.

Se cierran los círculos conmigo dentro
ya no me asfixian los tiempos
levanto mi cabeza hacia el sol
y duermo complacida en las tardes.

viernes, noviembre 16, 2007

Una disfunción cerebral no hace el delirio
no anida la pasión
ni el heroísmo...
tampoco mueve a idealismos
ni hace brotar los puentes de la imaginería.
Entonces
¿a qué temerle?
¿por qué esconder la cabeza, bajar la vista, avergonzarse?
Bueno, por el estigma
por la posesión demoniaca que se le supuso alguna vez
por la espuma en la boca
y los nervios hechos sal.
¿Para qué seguir?
Pudiera ser que el esfuerzo deviniera en crisis.

miércoles, octubre 31, 2007


Me he pillado olvidando a muy temprana edad...

He olvidado
momentos
personajes de novela
amores y desilusiones.

He olvidado
objetivos transversales
sendas y rumbos
cómo hacer el amor sin sexo
papelitos con números de teléfono.

He olvidado
un libro en mi velador
una cita gloriosa de Sábato
enamorarme a los 42 años
ir tras un ideal.

He olvidado
mis traumas profundos
mis dolores y olores
todos mis fantasmas (menos tú, claro).


(Escribo un momento antes de partir a hacerme un examen cerebral con motivo de descubrir algunos olvidos prematuros)

sábado, octubre 20, 2007

Con diez años de menos...

Llevo dos semanas con un suspiro en la garganta
y una palabra amorosa escapándose por la mirada...
Con los años o,
mejor dicho,
con el tipo de años que he vivido yo, las palabras amorosas suelen estancarse en la mirada y quedar allí,
sin poder encontrar el cauce para salir despedidas por la boca como infinitos enjambres de mariposas.
Pero no es una queja, sino más bien la constatación de una experiencia de vida;
de haber tejido los momentos en una trama más silenciosa y solitaria.
Cada uno sabe por qué ha llegado a un punto, a una forma, a una fisonomía...
nadie es ajeno a sus vericuetos, a sus propias tampas, a sus eufemismos.
Uno está lleno de cánones autoimpuestos, soportables o no, que te van dibujando los días a tu imagen y semejanza.
Uno está hecho de dogmas personales,
de fe inquiebrantables y
de principios que se han escogido para ordenar los cajones donde se guarda y almacena la vida.
Esta semana se me desordenaron los cajones y
me dio gusto porque me llevó a pensar...
"con diez años de menos...habría blasfemado...con savia de ese cuerpo quemaría mis templos..."
Pero porque la vida es sabia en medio de su caos,
el rapto amoroso me ha ocurrido ahora, al asomarme a los 42,
cuando soy capaz de medir mis tropeles y ya no necesito tanto verbo,
ni tanto verso para expresar lo que quiero...
porque tengo mi mirada;
mi mirada que no se vende a los convencionalismo,
ni a la diplomacia....
porque ella,
mi mirada sólo me responde a mí y
es consecuente sólo conmigo;
más aún,
habita mi intimidad más recóndita y
desde allí emerge pura y sin presiones.

sábado, octubre 13, 2007

¡No hay caso con la soledad! Es tan aplastante que ahoga, tan atemorizante en su silencio mortuorio, que llega hasta detener los recuerdos que quieren venir a acompañarme un momento.
¿Dónde están las voces?

¿En qué reducto distante ha quedado guardada mi presencia?

Conversación con mi hija en honor a su madre (cadáver exquisito)


(Aquí estamos en la clausura del homenaje a Neruda...Maite está de blanco y yo en medio de los talleristas)


La vida siempre nos acercará porque somos como el agua negra que acumula la mierda de la vida, pero, al mismo tiempo, somos la basura desde la que nacerá lo nuevo, lo necesario...la vida.


Entretanto en tanto, desando la incertidumbre del eco, del sonido, del insaciable que lamenta en escondidas como el cuerpo no entiende de tiempo, ni de historia, ni de excusas.


Más allá de las distancias que nos impone el día a día, está ese nexo que construimos en una sala de añejos olores de monjas transnochadas y que nos marcaron el día que hoy vivimos...tú, mujer grande y yo, más vieja.


Laméntame entonces al oído, qué sucede con el ritmo de los pasos ajenos, pero ciertos, con el palpitar del alma ante una atadura sin vuelta; ante un segundo que guarda lo inacabado, lo inpalpable, lo efímero del suspiro. Coméntame, entonces, qué sucede con el silencio que guardan tus sábanas, tibias de recuerdo.


Pilar: Estoy con tu hija en el día de tu santo y te recordamos con una de las tantas cosas que nos une: la escritura...

Es tu hija y tu herencia para este útero que ya se hizo infértil en la espera de un alguien que le diera sentido... tu hija le da sentido.


Entre caudales de sentires de una noche de fuga, levanta tus manos, despójanos de razones, de falacias, de preguntas y muéstranos qué hay detrás del vapor que aflora entre tanto discurso; ese norte que suele situarse en los segunderos prendidos de la palabra callada en el momento preciso.


Y por eso quiero que te lleves lo mío, porque no me cuesta desprenderme de mis cariños cuando se trata de dártelos a ti... porque a pesar de las grandes ausencias, te quiero y te siento en medio de mis imperfecciones como madre...tan sólo porque te quiero, Maite.


Por ahora busco en los estropajos de la deshonra y de los infortunios de la vida esos secretos que sólo guardan algunos acerca de la verdad perdida, de la felicidad completa y ajena y un encuentro. Entonces con la sorpresa inocente de ver frente a los abismos del azar, que no hay más que confiar en un otro, lo que el amor, el tiempo, la esperanza y la vida en sí puede hablar con la sola posibilidad de permitir la virtud de la existencia, del poder hacer realidad lo que ni siquiera nos han dicho que aún existe y hoy está en tus ojos, en tus manos y en tu ser: que hoy se expresa en un tal vez esperado, Gracias, vieja linda.


Y aquí me quedo...ella seguirá la historia porque ella lleva la fuerza de la historia...porque ella me supera...porque ella es la Maite.


Para tí, Pilar.

viernes, septiembre 28, 2007


Cómo te atrapo la vida sin dejarte caer, amigo.

Cómo te digo que por mis venas corre tu dolor, aunque no sea el mío.

Cómo acurruco tu tristeza, sin ser la mujer que escogiste para las penas.

Cómo dejo mi aura apocalíptica para procurarte bellos amaneceres.


Quizás sólo diciéndote que te quiero como aquellos cultivos que se dan con tiempo y dedicación.

Tal vez con uno de mis garabatos cotidianos y pudorosos.

En una de ésas, sólo conjugando el verbo del silencio que tan difícil resulta a mis vocablos.


Pero la purita y santa verdad es que te quiero.

Mataría por eximirte de tu pesar.

Llevaría con hidalguía el peso que hoy curva tu espalda y tu alma

y, con todo, sabría dibujar una sonrisa para nuestros encuentros furtivos

que lave de grises tu diáfana mirada verde.


Te quiero, amigo, y tú sabes que en esta declaración va todo el pecado enraizado en las palabras.

martes, septiembre 18, 2007


El 11 me encontró en Toconao y me recibió con banderas negras en sus calles.


Desde una casa de barro e historia, una viejecilla me dijo que las banderas eran porque de los desaparecidos en aquel fatídico día, la mayoría era del norte, mineros, obreros y pescadores de las áridas tierras de Atacama...


Quedé muda ante la inconmensurable realidad y sólo pude guardar un minúsculo silencio de recogimiento y respeto...


Siempre pensé y creí que mis velitas en el Estadio Nacional cubrían todo el mar de compañeros idos, pero allí, en mitad de la nada y de la sal, descubrí que el desierto homenajeaba a los suyos con la quietud sepulcral del desierto más árido del mundo.


Expiré una plegaria al cielo traslúcido del norte y guardé silencio......


Las historias de Manuel, los recuerdos de Amanda se hicieron carne viva de azufre y ausencia y mi lágrima contemporánea fue a llevarles una flor al éter en donde se encuentran.


Ahora los recojo en mi página para que NUNCA MÁS EN CHILE.

domingo, septiembre 16, 2007


Toconao y sus casas extrañas,

Toconao y su vieja campana

con su iglesia de barro y de caña

y su torre de piedra labrada."

viernes, agosto 31, 2007

Mariana

Hoy quiero contarles de Mariana.
Ella es una niña hermosa;
irradia inteligencia por sus venas adolescentes;

expande la soberbia belleza de los años pueriles
y hoy,
precisamente hoy,
se ha graduado de mujer GRANDE.

Mariana es una alumna mía, de Iº Medio, que hace pocos días atrás, tuvo un horrible accidente automovilístico, que le ha dejado su sonrisa un poco truncada. Pero es aquella sonrisa de fuera, la de los dientes parejos (no la sonrisa del alma) y, en medio de la confusión y el dolor, ella llamó a las fuerzas de su estirpe de mujer y pudo sortear las difíciles pruebas con un enorme aplomo y un rictus de ironía sana y bienvenida.

Es una niña apenas, pero ya se levanta con las fuerzas de la historia y la estirpe para ir más allá del choque, del estruendo, de sus dientes desperdigados y quedarse con el deseo de salir, de elevarse por sobre las dificultades y volver a sonreir con la gracia y la hidalguía que sólo tienen los más grandes, los fuertes de espíritu, los que están más allá del bien y el mal.

He querido, con esto, que conozcan a Mariana, porque es una niña hermosa, porque es mi alumna y porque es MUJER.


sábado, agosto 25, 2007

Crucifixión a las cero horas...

Quizás escribiré de torsos y no de palmas...
quizás me encubra en sílabas como me cubro en vida...
no sé,
tal vez
y sólo tal vez,
quiera hundirme en laxitudes indómitas que despueblen lo tan mal vivido
lo pútrido de estas latitudes que hoy contemplo en el espacio finito
de un espejo convexo.
La llama triste de un huerto sin ambages ni preámbulos
el sinsentido de un clamor desolado en la tarde de un día de junio
que va a estrellarse en mi axila herrumbrosa de estío.
Quizás sea la vida de castigo
que me sostiene en vilo de una lágrima
o el estiercol acanalado en la verada lúgubre del camino.
No comulgo con nada en estas horas
no
protesto atardeceres mustios de esperas y olvidos
tan sólo reniego de un andar prestado
que ha carcomido mi sombra en los postigos.
Adolezco del mal de muchos
la palabra
y si fisura hiriente
el entendimiento
me atraganto de versos y escabullo
a la más leve plaza de lamentos.
Qué he de decir cuando el minuto acabe
y me halle prendida en el susurro
de la caricia tibia pero prohibida
del mal que llevo tan dentro.
Quizás deba callar en el intento
de definir lo que he buscado en la huella sorda de un desierto
mientras me hundo abajo
muy abajo
de un ala rota y sin repuesto.
No hay premura en terminar
tampoco ansias de explicar;
sólo
(un minúsculo sólo)
el tenue arrebato de
proferir en mi defensa
la excusa trunca de una vida hecha de paisajes inmóviles
vistos al trasluz de mi ventana
dibujados en el redil de mi mente febril e insana
por aquellos años de la inocencia a granel.

Lo demás
poco
o mucho
pero sólo lo demás
lo guardo celosamente en la estrecha brizna de mis uñas
para pararme frente al día y espetarle al alba
una blasfemia bien merecida.

viernes, agosto 24, 2007

No quiero más que...

Quiero jugarme el amor en una apuesta visionaria e idealista que redefina el vuelo de los cóndores y haga de la locura el estado de las cosas.
Para las mañanas quiero una mirada perenne y para las tardes, un crepúsculo a prueba de melancolías y reparos.
Quiero, para mi piel, una estampida de grillos y la prisión del placer en mis yemas.
Y para mis ojos, la felicidad insomne de los otros y de mi.

domingo, agosto 12, 2007

Atrapada

Permanezco en un invernadero
no sé qué ocurre afuera ni a mi alrededor
siento mis sesos húmedos
las piernas mohosas
y el alma en extrema altitud.

No circula el oxígeno por mi boca
las palabras se me enquistan en la lengua antes de ser proferidas
estoy asfixiada de tan poca vida.

viernes, agosto 03, 2007

No sé en qué momento dejé de saber lo que venía después
porque alguna vez soñé con un después para mí
pero seguramente éste se quedó atascado en una premura
y, sin saberlo,
me alejé de él.
¿Dónde busco el después?
¿En qué esquina comienzo?
Me encuentro de pie en una mitad
y sé que no es el equilibrio.
A veces tiendo a pensar
que si sigo adelante
quizás

llegue un momento en que sepa
sienta
que vuelvo a pasar por esa esquina
y el después me retoma
y me reconcilia. Pero
¿cómo saberlo?
¿qué rostro tienen las certezas?

viernes, julio 27, 2007

Una estampida de tiempo
me estrelló lejos de ti

y me mantiene prisionera de un recuerdo.

La memoria esclaviza

atrapa en su red azul

espanta el presente

e instaura la dictadura del pasado.

Enceguece la razón

desperfila el andar

y hace vanos los intentos de seguir.

Siempre vuelvo hacia ti

y a tu figura fantasmal

casi legendaria en mi corazón.

Las palabras se han secado

de tanto buscarte

las ha trizado el viento

las ha cubierto el polvo y el rocío

me las devuelve frías

como la muerte.

Ya no estás en sitio alguno

ni debajo de las piedras

ni en el recodo de las nubes

no habitas los otoños

nadie sabe de tu nombre.

Sólo yo sé de tu aliento

del que me niego a despojarme

más bien lo tejo y lo destejo

pensando que un día he de encontrarte.

No te venzas al olvido

no renuncies a recordarme.

Si llegara ese día

lo sabrían las mariposas y mis manos

ambas alas se caerían

en el sepulcro del silencio.

No me prives de tu mirada

antes que llegue la noche

esa eterna y absoluta

que me arrebate el último llamado

y me robe de la retina tu imagen amada.

sábado, julio 21, 2007

Llevo dos días soñando que me muero...no sé qué significa.
Hace algunos años, supe de lo absoluta que es la muerte y me di cuenta que es eso, precisamente, lo que nos hace temerla tanto. Una vez que ha pasado, nada tiene retorno; lo que no se dijo o hizo, no tiene oportunidad de ser nuevamente.
Busco dentro mío tratando de saber qué pienso respecto de ella; si creo que es sólo un umbral hacia otra vida, si pienso que es el final de todo o si se mantiene una conexión con esta dimensión que llamamos "vida real", "realidad" o cosas por el estilo. Se me confunden las convicciones, las ideologías y las creencias; lo que quisiera que fuera, lo que anuncian los libros o la teoría que me he construido con retazos de todas las anteriores.
No sé.
Para aplacar, en parte, mis eternas ansias de calma y quietud he intentado creer que allí se termina todo y comienza la nada; un espacio sin ruidos, ni voces, ni apremios, en donde comenzará mi paz verdadera, ésa que se me hace tan esquiva.
Cuando se trata de la partida de un ser querido, siento que es sólo un cambio de estado, que nos permite seguir sintiendo y percibiendo a quiénes se han ido; algo así como un entrepiso habitado por almas que están a nuestro alcance toda vez que no las olvidemos.
Quizás ambas teorías sean las que más me acomoden, pero siempre está la inquietud de la no certeza.
Pero lo más importante para mí es que debido a la magnitud de ese absoluto y de esa necesidad de buscar la calma, la decisión de morir debiera ser respetada sin contemplaciones, ni cuestionamientos, ya que estos últimos nacen del egoísmo y del temor que surge al saber que perderemos a alguien.
Creo que hay pocas cosas más violentas que impedirle a otro la voluntad de irse, porque cuando se ha tomado tamaña decisión es cuando ya nada es capaz de mantenernos acá y la angustia ha hecho presa de nosotros.
Entiendo lo difícil que debe ser quedarse impávido frente a una resolución como ésta, pero si pensásemos en lo que el otro está soportando, padeciendo y sufriendo, podríamos tal vez hacer algo con nuestros propios sentimientos.
No sé.

viernes, julio 20, 2007

Por esta vez
sólo por esta vez
le acestaré un golpe
a la melancolía
y le regalaré una sonrisa
a la noche
no sea cosa que se acostumbre
y ya luego
no pueda
dejar de reir.
¡Qué reclamo de mandíbulas!
Nada puede ser más perverso
y
morboso
que estar condenado
a la sonrisa.

miércoles, julio 18, 2007


mi piel erizada...

un deseo repentino

cristales derramados en mis sienes

sábanas huyendo de mi mirada


me busqué al otro lado del mar

la sal de mis piernas

elevaron pezones como mástiles y atalayas

caí rendida en medio de efluvios


...recién vuelvo a respirar...

sábado, julio 14, 2007

La LOCA

Sentada en un hall, esperando ser atendida por una gentil funcionaria de ese recinto asistencial, con un número 7 (el de la suerte) en la mano y mirando el marcador en números rojos colgado de una pared blanca, sintió súbitamente el vibrador de su teléfono celular.
La pantalla anunció, en su azul semblante, LOCA e inmediatamente un mohín de desagrado le cruzó el rostro.
De mala gana contestó y, al otro lado, la saludó una voz de ultratumba quejosa que reconoció al instante. La pregunta de la LOCA fue directa y muy concreta:
-¿Cuántas pastillas debo tomar para morir?, tú sabes de esas cosas y sólo tú, además, podrías contestarme esa pregunta.
Miró el marcador de números que avanzaba a paso lento y se dispuso a responder con la ira que ya le llegaba a la lengua:
-Mira, en estos momentos, tengo cosas más importantes de que preocuparme; problemas verdaderos y no tus arranques desquiciados.
Cortó. Cortó y le tomó el peso a sus palabras y las comparó con la demencia de quien la había llamado. Tuvo miedo; terror a que sus palabras tan duras se hubiesen convertido en la gota que ayuda a tragar pastillas incontables y decidoras.
Por varios instantes sintió un dejo de culpa que iba creciendo en ella, a la par con ir imaginando lo que estaría sucediendo con la LOCA.
Alejó la culpa con un intento de desparpajo y siguió en lo suyo, pero ahora menos concentrada, más mareada, como en shock.
Instantes después y ya sintiendo la responsabilidad en ciernes, temió llamarla y que no contestara.
Quizás hoy haya una persona menos en el planeta.

viernes, julio 13, 2007

De regreso...

Aún resuenan en mis oídos voces adolescentes, con ansias adolescentes, idealismo adolescente y compromisos de hombre nuevo.

Aún palpitan en mi retina cerros con casas a medio derruir, gente amable, de mínimas palabras, asombradas de ver a estos adolescentes encumbrados en techos de esperanza.


Nogales, un pueblo chico, cosquilleando la Panamericana, casi inadvertido, de raza pobre, de caminar lento; sin farmacias, ni vidrierías; tan apartado del ajetreo citadino y tan digno en su identidad rural.


Durante cinco días, me alejé de mí, aun cuando estuve más dentro mío que otras veces...la paradoja de los acontecimientos que nos impactan.


Me llené de palabras silenciosas, ventilé inseguridades en rincones de telarañas, curé pequeñas heridas de batalla y fui testigo asombrado de la continuidad de los sueños que no se quedaron en la historia, ni en un discurso polvoriento.


Hay un minúsculo instante que supera la barrera de los vocablos; aquél que posee esa emoción no descrita en diccionarios, ni manuales; esa sensación indescriptible de estar siendo parte de un evento glorioso, cuando se vive aquello por lo que uno ha esperado tanto: ver realizado el sentido que se le quiso imprimir al levantarse a diario para ir a cumplir con un "trabajo".


Todavía es muy pronto para poder descerrajar, en sílabas, todo lo que en cinco días me sucedió por dentro.


Todavía es muy pronto...


Aunque ya estoy de vuelta, algo de mí quedó enredado en esas calles y seguramente volverá con esa lentitud que invadía las tardes de Nogales.

viernes, julio 06, 2007


Estaré ausente por unos días. Iré, junto a un grupo de alumnos, a construir casas para familias que no aparecen en los gráficos del desarrollo-país. No puedo negar que la desazón me ronda por los cuatro costados; esa mezcla de angustia, temor y ansiedad que habita lo previo. Pero hay que desprenderse de las pequeñas mezquindades que pueblan nuestro estrecho mundo y salir a mirar la realidad de frente.

Espero que mis ojos logren abarcar la dignidad; ansío que mi risa sea pródiga y mis convicciones se vuelvan cobijo.

miércoles, junio 27, 2007

Me voy.
Me voy del libro, de los libros. De este y de los otros.
Tengo prisa. Me esperan en Longaví,
en Lautaro, en Parral, cerca de algunos ríos, en aldeas,
en cines, en escuelas pequeñitas como naranjas.
No tengo ninguna prisa:
llegaré a todas partes. Me iré
caminando y silbando, me
iré de primaveral, de negro,
me iré lloviendo por todas partes,
me iré cantando.
Es decir no me voy.
No me voy a ninguna parte.
Hasta luego! Me quedo aquí,
contigo, en esta puerta, en esta silla,
en esta estación de trenes feroces,
en este hangar habitado por el invierno.
Tengo una campana, un fuego,
un trozo de madera color de ámbar
para tí, para nosotros,
para todos.
Quiero que veas, oigas y toques mi regalo;
mi canto.
Adiós, querido amigo,
querida amiga.
¿Cómo te llamas?
Pablo Neruda.
Todos nos despedimos alguna vez sin irnos del todo.
Nos vamos a tocar fondo,
a la mierda
o a la punta del cerro;
nos vamos, pero volveremos (como dijo Mc Arthur)
nos vamos hasta mañana
nos vamos quedando solos
nos vamos sin pagar la cuenta
nos vamos en un quejido orgásmico.
El tema parece ser irse... pero quedándose,
irse en gerundio,
entre Tongoy y Los Vilos,
para que parezca pero no sea,
para que huela pero no apeste.
Morimos y reencarnamos
o resucitamos
o penamos
o nos recuerdan...
Me voy...
¡ y que nadie ose detenerme !

domingo, junio 24, 2007

me miro por detrás de la lluvia
la misma que cae ahora copiosamente por el ventanal que da al único norte que sé reconocer (y, ni tanto)
siento mi pecho clavado a mi espalda, tanto que un respiro me cuesta un lamento
eso se llama angustia
y es una visitante indeseada que se cuela por todos lados
cuando es invierno en mi vereda
y trae el frío hasta mis manos
y trae los recuerdos triste
y viene con la soledad que le sirve de comparsa
y ambas se alojan en mi piel y la marchitan
la angustia me vino de pronto
se me echó encima
venía en el cigarrillo de la penumbra
se pegó en mi carganta y comenzó a corroerme desde allí hasta el alma
el llanto no aplaca
se anuda alrededor de mi cuello
me espanta ese sueño narcótico que ya debiera estar haciendo su debut diario
mañana me costará salir del letargo
mañana despertaré con pena
mañana seguirá lloviendo en mi ventana

mañana es una palabra sin raíces.

viernes, junio 15, 2007

A milímetros en el Metro...


El Metro atiborrado de cansancio como sólo puede estarlo un viernes, a las 18:30 hrs. Los cuerpos se juntan, luchando por no tocarse más allá del decoro, del apretujamiento obligado. Las caras orientadas hacia el cielo y no, precisamente, en son de plegaria, sino más bien para no herir las distancias con el aliento cercano. Todos con la vista fija en un punto muerto, como si Fátima (la aparición milagrosa) se hubiese trasladado, misericordiosa, para darle esperanza a este gentío contreñido.

Dos muletas, un embarazo, un par de desconocidos aprovechando el instante para conocerse las presas y yo, escudriñando entre los cuerpos para rescatarme a partir del anonimato, gozando solita por esta larga y ancha semana que ya termina y fantaseando con la cerveza que tengo ahora entre mis manos mientras deletreo un viaje más en el Metro.

martes, junio 12, 2007

En una de ésas un trébol...


aparece un trébol y cunde el caos
la semilla de la suerte fue abortada antes de fenecer bajo tierra
y el jubiloso cántico de la lluvia apaga el rugido de las cuatro hojas
de la suerte envasada
de la gloria conferida a una planta de ordinaria existencia

como nosotros que elevamos plegarias
fingiendo creer
suponiendo redención
augurando un pedazo de eternidad como nuestro osario

bueno...y qué tanto da si creemos ilusamente,
si nos entregamos sin reserva a las utopías,
si dormimos en paz tan sólo por lanzar un rezo en la semiconciencia del sueño
y nos golpeamos el pecho en la semi-inconciencia del descaro

al final...en una de ésas...
un trébol nos toca la sien y se desparrama el caos

viernes, junio 08, 2007

jabonosas miradas
mariposas astilladas como en un sueño caótico
un paso sin una estela,
sin raíz,
sin pasado;
una identidad que se deja caer
entrecortada
suplicante
con un colgajo de días
y estrías en la frente

manos paralizadas
en la onírisis de un día azul y claro
una cercanía que enturbia
un beso que desperfila
....un viernes para vivir y sepultar.

viernes, junio 01, 2007

Mi oficio diario...


¿Qué se escribe cuando se está conforme con los días?



Hace mucho que mi cabeza no da para poemas. Ser profe es un asunto de vísceras, que te roba el alma y te la devuelve en una sonrisa, un gesto de cariño, un saludo con afecto sincero.



Pero, al mismo tiempo, allí hay mucha poesía...en el hablar atropellado de los adolescentes, en la urgencia de sus urgencias, en sus anhelos idealistas, en sus frustraciones momentáneas, en sus grandes y atormentadas historias que los revolucionan por un día, un momento apenas y que las viven como si fueran su último exhalo...Allí también hay poesía.



Por estos días, no he escrito poemas...sólo los he mirado a la cara.

sábado, mayo 26, 2007

X distante...

Entre el suelo y el todo se esconden los suburbios del pensamiento; una pantomima del vivir acompasado que nos conduce más allá de nosotros mismos.
Un reguero de ideas encanecen los atardeceres que se marchitan en las plazas públicas, mientras las palomas engordan el suelo de plumas amarillas y grises.

Esto no es más que un recuerdo vago...antes del amanecer... y del fin.

martes, mayo 22, 2007

¿Qué significa arrepentirse?...

Dar una vuelta al mundo hacia atrás para volver el tiempo.
Gemir sobre la muerte, una y otra vez, hasta que el hálito resucite al tiempo.
Borrar el imperio de los recuerdos con una bala que los adormezca eternamente.
Rodar por la pendiente de las horas.
Guardar al silencio en un prisma de cristal.
Romper las letras en pedazos ininteligibles.
Sepultar la vista en mortajas de párpados.


Y cuando los minutos se diseminen por el suelo, acostarse sobre ellos, desnuda, como sobre bolitas de mercurio.


¿Qué significa arrepentirse?

(des) echarse
(des) atarse
(des) cubrirse
(des) integrarse

viernes, mayo 18, 2007

Carencia...

Quiero un abrazo de calle
que me abarque y me llene el alma de susurros
y la pelvis de imposibles.

Quiero una mano fría cayendo por mi espalda
y un eclipse de ocaso cerrando mi boca turbia.

Que se estreche mi sombra
que me evada el olvido
que me cruce de piernas
que se me atolondren las sienes.

Quiero un parto a la deriva
algo que me saque del enjambre.

domingo, mayo 06, 2007


Las horas se suicidan imperceptibles, exagües en su afán por figurar en una historia que no las condene por inmisericordes.

Se lanzan, encandiladas, contra la bayoneta enhiesta de los minuteros.

Nadie se compadece de su inmolación; nadie detiene los segundos en un bolsillo para elevar por ellas una súplica.

Quizás por eso vuelven cada vez más aterradoras, inclementes, y se nos cuelgan de las estrías, nos encanecen la razón, enturbian nuestra mirada hacia el pasado y nos hipotecan el futuro.

Las horas son, entonces, el pasaporte a un letargo tenue y diario que nos va sumiendo y consumiendo.

Las horas son nuestro otoño.

sábado, abril 28, 2007

Queja...


Chillamos todos

acometemos alaridos insalubres

estiercolados verbos

sangrantes de espinas emocionales.


Para qué acallarnos miserias varias

si en un par de copas se nos van

prejuicios, enemistades,

ideologías, verdades encubiertas

y miserias explícitas.


Démosle vuelta al carrusel

una manivela no hace futuro ni presagio

a lo más tendinitis emocio-existencial pueril

sacrosanto elixir de cultura ancestral.

Démosle no más.


Al primer sorbo somos todos Lonconao

los que siguen nos emparentan en una diversidad ambigua

ya para el último

hemos hermanado lo inefable

y seguimos en la senda del que suma y sigue.


No hay fronteras para el etílico ulular de conciencias

atalayas desmoronándose

vigías corruptos de la palabra

concatenación de nadas yuxtapuestas ad eternum.


Me quedo con el amor prosaico de los paraderos de micros

mosqueados reductos de sexo apurado a más no poder

vestiditos rosados rasgados de premura verde

y un tornasolado amanecer de otoño transnochado.


Me quedo con la locuacidad de un gemido iridiscente

carcomido por el rocío de una estación árida en su vastedad.

Me quedo con el sutil exhalo de una profecía murmurada

a voz en cuello de un orgasmo solapado.

viernes, abril 20, 2007

Yo soy como soy...

La voz se me cae por la comisura de los labios.
Las rodillas decidieron dejar de pertenecerme e ir en busca de un cuerpo más calmo.
Mis ojos reclaman un cristal que les aumente el mundo.

La edad me hace un guiño y me lanza un beso.

Las horas no son parte de mi vida; yo les cuelgo como un órgano mortecino.

Lo más sincero de mí es el pelo: incauto, hiriente, díscolo y atormentado; hecho de madrugadas presurosas, fugitivo.

Me ahoga la prisa, me atañe la ironía, me cautiva la palabra, me perturba el frío y los paraguas.
Contengo la furia, y el llanto, y los estornudos, y los inviernos.
Disfruto de soñar, de pensar, de mirar por las ventanas, de besar.


Yo soy como soy.

sábado, abril 14, 2007

Parto propio...

los escenarios están llenos de musarañas figuras hieráticas colman los accesos mientras las luces se van volviendo tenues todo queda sumido en la oscuridad sólo se oyen rumores bajos el show va a dar inicio el ambiente está expectante silencio un relámpago irrumpe un alarido atraviesa la sala movimientos sordos de caderas apoltronadas en butacas levantan polvo las miradas se suceden hacia un mismo punto ya viene nuevamente el silencio se descorre un velo translúcido las pestañadas sucesivas parecen flashes multicolores un vaho cristaliza las frentes de los espectadores delatadas por un foco que enceguece con su furioso resplandor los latidos se tornan corpóreos ya viene de pronto una musiquita comienza a notarse y a tomar cuerpo nadie sabe a ciencia cierta la naturaleza del sonido se va haciendo fuerte adueñándose de los rincones atravesando los tímpanos ya se hace visible notoria reconocible es un llanto subterráneo que se acerca es un lamento que triza los contornos de la carne es un líquido que se derrama a borbotones

es el nacimiento del universo




domingo, abril 08, 2007

Santiago tiene calor de primavera tardía y silencio de cementerio. Santiago no vive ni vibra con resurrecciones...más bien parece un enorme paquidermo dormido en mitad de la geografía; incólume al asalto de siglos de gloria y algarabía por el pecado redimido.
Debe ser porque este Santiago no está en Compostela; no le cosquillean los pasos de peregrinos, sino que se encuentra anclado en el tercer mundo; más tiradito pal culo de éste.

Me sitúo en el ombrigo del paquidurmiente y me dejo mecer por un calor de aquellos que, a estas alturas del calendario, debiera ser una alucinación del pasado reciente. Yo feliz revolcándome en el sudor y encandilada por esta luz que desborda ventanales, hiriendo un abril que no se atreve a nublarse.

Como pueden ver y apreciar, el silencio de la hoja pasada no hizo mella en mí. En lugar de protagonizar la carátula de una página roja, estampada cuatro pisos abajo de mi pantalla, me encuentro aquí, frente a ésta, contertuliando con ustedes, derrotando una vez más a la desidia y robándole palabras al diccionario estrecho de mi mente para desmentir a los oráculos que predicen que no aguanto tanto tiempo en soledad y silencio.

En todo caso, me presento humilde ante las horas porque...aún no se acaba el día y mi depto sigue vacío...

sábado, abril 07, 2007

Hoy he estado muy sola; demasiado tal vez...Nadie me ha hablado, ni mirado; nadie ha percibido mi existencia.
Ha sido fuerte este claustro. Por momentos, me ahoga tanto silencio...me sobra aire y suspiros; me sobra tanto de mi presencia, tantos pensamientos me sobran y me acobardan.
He sentido el peso de las horas muertas y las he recogido tendida en mi cama como en un féretro viviente, con los ojos puestos aquí y allá, el estómago pegado en el pecho y los latidos apremiantes colgando de la cortina.
Las calles están tan desiertas como yo.

jueves, abril 05, 2007

La tarde cruza ufana el redil de mi ventana
en este sacrosanto preludio a esa muerte histórica
de la que tantos usufructuamos para seguir pecando.

Huevos de Pascua iremos a buscar en escondrijos
olvidando los huevos que Aquel tuvo para inmolarse por nosotros.


No sigan leyendo los livianos de ojos;

los ligeros de creencias,
los talibanes de la expresión.

Sólo quiero un ¡Salud!
por el que pecó primero en este atolón de faltas;
el que pecó de ingenuo,
de solidaridad
de amor fraterno en una cárcel de fratricidas.


Un ¡Salud! por el revolcón de siglos
(ése que es como la energía)
"no nace ni muere; sólo se transforma";
un reventón de apocalipsis
un reventón de hormonas
"el carrete de la vida " -qué más da.


Ya dije: los talibanes de la fe no tienen cabida.


Nosotros,
los
"otros"
que hacemos del cilicio
una marca de gym
un record guiness a tanto despilfarro
caemos en silencio mortuorio
por Aquel
que dio la vida por lo superfluo.

sábado, marzo 31, 2007


Estoy al alcance de tu mano
mientras me ronronean mariposas en el suelo.


Quiero asirte con el fulgor de mis dedos
y enmarañar las madrugadas en tu cuerpo.


Me despierta el eco de tu silencio lejano
cabalgando entre sábanas tu recuerdo.


Me hago carne virginal en tu espera
retrocedo hasta el latido primigenio.


Me deshago de la mortaja que han tejido
tus horas de ausencia alrededor mío.


No sufro por los desprecios del encuentro
que bifurcan nuestras calles y recodos.


Pues sigo yendo vendada a tu orilla
aunque ésta me devuelva sólo vacío.


Mi condena es buscarte incansable
con el alma adherida a tus pisadas.

martes, marzo 20, 2007

Me desborda el ansia
la palabra amor hace surcos en mi boca
espera quietecita un oído calmo.

Quiero sentir el frío de un cuerpo que se aleja
un instante, tan sólo uno,
para regresar luego y arrancarle suspiros al alba.

Y perder la razón en un abrazo
copulando primavera en medio de hojas muertas.

Soy apenas una sobreviviente de la soledad

cargo el lastre de la espera en mis venas;
una espera que ha corroído mis huesos
y ha dejado anclada mi mirada.

Una caricia sería un exorcismo
a tanto nido de estrías en el alma
un dejarse caer pendiente abajo
hasta probar el exilir de los abismos.

Quiero arrancarme las horas de la carne
dejando mi piel pidiendo clemencia.

Quiero romper el pasado de los verbos
e instaurar la dictadura del presente...
ya no más recuerdos
adios a los besos en sepia
a la ensoñación en el ocaso
a prestarle mi imagen a la nostalgia.


sábado, marzo 17, 2007

Cansancio de viernes...


La cabeza se me parte.

Un trozo queda atrapado en mi mandíbula; el otro se eleva por los aires hasta alcanzar la libertad.

El cuello convulsiona espantado por tanta orfandad, mientras la médula babea colérica y desquiciada.

Las yemas de mis dedos renunciaron a portar una identidad en desuso.

La úlcera se declara en colapso y se niega a inmolarse por una existencia de papel.

El corazón huyó tras los pasos de una quimera inadvertida.


Me he quedado sin nada.