domingo, diciembre 31, 2006

Muerte

Una mirada atrás
se retuerce el engranaje
mariposas de la noche escapan de la luz
un chispazo
luego la oscuridad.

Un andar cancino
la pausa incómoda de los años caracol
dolor de caminos
una hebra blanca reposada en el hombro.

Una huella sinuosa
la calma silente de una tarde de verano
aves raspando el cielo
agudos tornasoles de un día que se apaga
y huye.

La vereda bifurcada de una vida
andamios oxidados
cuentagotas con minutero
la lluvia empapando un asfalto gris.

Un retrato
los árboles recortados en una ventana
lapidarios instantes
mudez.

Sombras enarboladas
los párpados que se cierran
una grúa remontando mañanas
un latido que se pierde en lontananza.

viernes, diciembre 29, 2006

El viaje

El regreso es una ilusión óptica, un espejismo. Jamás se regresa a un lugar o a una persona porque, si así fuera, supondría que los lugares y las personas son estáticos.
Regresar, querer o intentar hacerlo es una utopía; una historia que nos contamos para gozar de una tranquilidad artificial y artificiosa.

El gram mito del regreso va de la mano de Ulises en su Odisea desenfrenada. Pero, ¿realmente regresó?. No. Sólo volvió. Y volvió para volver a salir.

Necesitamos creer en el regreso, talvez como una forma de purgar aquello que creemos hicimos mal y que con este aparente retorno, se nos abre una oportunidad para enmendar. He ahí el espejismo.

Los que volvemos no somos los que zarpamos.

miércoles, diciembre 27, 2006

Mensaje anulado...

Has vuelto a mi recuerdo para trasladarme, otra vez, a tu abrazo; ése que se congeló hace ya tantos años, pero que siempre regresa por las noches cuando cierro los ojos e intento escapar del mundo.
¿Qué harás por estos días? ¿Te acordarás de nuestras tardes de ocio, cuando al mundo lo creíamos nuestro y el tiempo se detenía para dejarnos mirar el uno al otro?

Cuando pienso en ello trato de adivinar tu expresión al recordarme y, como ya lo supondrás, parto siempre por lo nefasto. Te veo enrabiado, perturbado e incómodo por los pasos tempranos, por no haber sabido de la marca que ellos le imprimirían a tu vida. Y es ahí que se me aloja la culpa y se me vienen la tristeza y la urgencia de saber de ti.

Otras veces, las menos, pero las más amables, te veo nostálgico, casi con la misma curiosidad por saber de mi; con una mano dudosa agarrada al teléfono, repitiendo un número que ya no me encuentra.

Pienso...¿Podré, alguna vez, alejar de mi tu presencia?

Mientras más pasa el tiempo, más se enquista tu nombre en mi memoria y hiere con fuerza el apremio de la ausencia.

Hay demasiadas calles donde no te encuentro y hay innumerables momentos en que te haces presente.

En instantes como éste, siento la imperiosa necesidad de no sentir, de no tener conciencia de que el respirar se hace tenue porque duele; duele el silencio, la distancia y el olvido que no llega.

La razón monta guardia certera y envía a su milicia para que me hable de idealización, de tontera, de atadura y me conmine a dejar a los fantasmas en paz; que te deje ir para que puedas hacer tu vida y, de paso, yo me ocupe de la mía.

Pero es difícil porque te llevaste mis herramientas para creer, para construir una nueva ilusión, para avanzar.

He quedado anclada a ti y tú, ignorando todo esto, debes estar yendo por la vida con tu cara trizada, tu boca rosada y tu mirada de abandono.

Ves?

Los asaltos de la razón no pueden contra esta emocionalidad que te ha erigido en el sinónimo del amor más puro que de mí pudo nacer algún día.

Lo sé. No tiene sentido. No tiene sentido que, aunque te sepa lejos, aún reclame tu nombre.

Pero...¿Hay algo más sinsentido que el tener memoria?

martes, diciembre 26, 2006

Tres de mis cinco relojes se han detenido
parecen negarse a la ida de este año
me han dejada huérfana del tiempo
y desprovistas de atuendos mis muñecas.

Yacen varados en el velador
exagües de tanto correr días
parecen descansar inocentemente
cual veraneantes bajo un sol ampolleta.

El tiempo debiera detenerse
al igual que sus esbirros
para coger mi boca una bocanada de suspiro
atrapar mi frente una brisa matutina
y disfrutar de la laxit
ud de una tarde.

Pero el inmisericorde no cesa en su estruendo
arrastrando a su paso las hojas de un calendario
asolando momentos que soñaron con ser inmortales
escupiendo su brioso poder sobre mi espalda.

Es una lucha encarnizada la que ambos tenemos
me niego a correrlo, me llena de canas
me resisto a su estampida y casi hiberno
me azota el cuerpo con sus estrías.

El tiempo y yo nos miramos de reojo
nos mostramos los dientes desconfiados
nos batimos a duelo cada mañana
para ser yo la vencida en las contiendas.

No hay enemigo más temible
ni lucha más absurda e infructuosa
es lo único que me va quedando de rebelde
y es la brizna que amarra mi utopía.

lunes, diciembre 25, 2006

Ráfaga

25 de diciembre...día raro...como el día después de algo grande, un globo desinflado, fláxido. Un día de pocas palabras, poco movimiento...las grúas de los edificios en construcción parecen gigantes estáticos en medio de la ciudad...
Parece como si en el Santiago de mi ventana hubiesen desparramado un gas paralizante...unas pocas micros se atreven con el ruido...el resto es silencio; silencio como el de mi boca, de mis venas, de mis ojos.

lunes, diciembre 18, 2006

Preguntas al destino...

Volveré a mirar el mar desde un cerro anclado a una escalera?
Llegará a mi vida un otoño que no me hunda en la melancolía?
Habrá un sol radiante el día de mi muerte?
Volverán a brillar mis ojos al reflejarse en otros?
Conocerán mis huesos la palabra "descanso"?
Sabrá mi espíritu cuando llegue la hora de la verdad?
Cogeré algún día una mano para caminar acompañada?
Sentiré cuando lleguen las respuestas tan buscadas?
Habrá hojas crujientes en mis próximos pasos?
Vendrá la noche del sueño sin pausa?
Veré alguna vez el olvido reflejado en tu mirada?
Sabré decirte "adios" en un poema?
Seré escogida para amar nuevamente?
Se helarán mis pies el próximo invierno?
Sabrá mi boca del dulzor de otra?
Esperará el reloj hasta que logre ser feliz?
Podré dejar de mirar hacia el pasado con nostalgia?
Responderá el destino a mis preguntas?

sábado, diciembre 16, 2006

Mis tesoros...


En una cicatriz guardo el espanto
en mi mano empuñada un sueño vano
en mi carcaj azul guardo una nube
y en mi tórrido cuerpo una espera.

En mi mente alocada un teorema inconcluso
en mi oído izquierdo tu nombre robado
en mi vértebra torcida una postura de vida
en mi pestaña porfiada una lágrima.

Guardo un te quiero para un caminante
un deseo insepulto guardo por años
una palabra hiriente que me caréa los huesos
una célula cancerosa para el día de mi muerte.

Una carcajada eterna en mis costillas
un reguero de días en mi obituario
una cartera de estrías en mi memoria
una esperanza enquistada en mi retina.

Guardo una escalera porteña en mi celda
varios garabatos en un cuaderno infantil
un pétalo olvidado como un beso
un invierno frente al mar y lejos de ti.

Mis tesoros confesables guardo en la boca
mientras los demás son volutas de saliva
que atormentan la garganta
que vigilan el ansia
se atropellan por parirse en rebeldía
se agolpan en la trastienda de la lengua
se ahogan en preceptos...
c
a
l
l
a
n

viernes, diciembre 15, 2006

¿Recuerdas...

cuando fuimos al cine y nos descubrimos viéndonos por primera vez?
el beso fugaz que nos dimos y que despertó la confusión de la que creíamos era amistad?
cuando deslizábamos las manos hasta tocarnos sin que nadie pudiera notarlo?
cuando hicimos el amor por primera vez, llenos de torpeza, ansiedad y temor?
que jugábamos con la forma de las nubes?
los nombres que nos
inventábamos para encubrirnos?
mis clases de historia en la cama?
tus manos explorando mi cuerpo dormido?
las fotos en blanco y negro que nos tomamos una noche?
nuestros viajes al sur?
cuando hicimos el amor en la alfombra con el canturreo incesante del perro?
te regalé el único libro que he escrito?
me escribías encendidas cartas de amor llenas de faltas ortográficas?

que lloramos cuando nos depedimos para siempre?
cuando tú dibujabas mientras yo escribía poemas?
cuando te intentaba enseñar a bailar?

que nos prometíamos futuro?...

¿Recuerdas cuándo comenzaste a olvidarme?

miércoles, diciembre 13, 2006

Sentir...

Te escribo desde mi cama
desde mi alma
desde mi mirada silenciosa
desde la hora tardía
en que te velo el sueño a la distancia.

Te escribo desde lo prohibido del sentir
desde el abrazo de venas que te doy
desde el gesto imperceptible

que devuelvo cuando me miras.

Te escribo desde la ansiedad
de no querer sacarte de mis manos.

Te escribo para entrar en tu descanso
y cometer un acto de amor.

Te escribo y me refugio en tus recovecos
para desde allí musitarte mi nombre.

Te escribo para exorcizar la locura
de este sentir vedado.

domingo, diciembre 10, 2006


Tatiana Fariña
Elizabeth Cabrera
Beatriz Díaz
cecilia Magni
Catalina Gallardo
Mario Zamorano
José Morales
Gonzalo Muñoz
Rodrigo Rojas
Santiago Natino
José Miguel Parada
Manuel Guerrero
Rafael Vergara
Eduardo Vergara

tantos y tantos otros que hoy descansan un poco más en paz...hay que celebrar, pero no hay que olvidar: JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES.

Nostalgia pura...


Anoche fue un remanso de nostalgia...
un momento único en el latido del tiempo...
nos transportamos en una canción hasta los recodos de la memoria...
nos conectamos con las utopías y sentimos por un segundo que seguían allí;
que nadie las había vendido ni traicionado;
que todo estaba intacto, aunque ya no lo estuviera...
fue un momento mágico: Schwenke y Nilo cantando como en la humareda de una barricada,
Luis Le Vert nos hizo gritar a voz en cuello el Homenaje a Víctor y
Carmen Prieto no envolvió en su voz con la trova cubana...
Por un instante, los sueños volvieron a tener sentido, la juventud idealista dejó atrás nuestros cuerpos ahora abultados y se instaló entre las mesas a departir con lo que fuimos antaño.
Canté, recordé a muchás ánimas que también se congregaron allí,
repasé fragmentos de mi vida universitaria allá en el puerto querido,
el de las eternas escaleras,
del mercado,
la Avda Argentina...
fue nostalgia pura.

miércoles, diciembre 06, 2006


Llegar al cielo es
vencer sin combatir
atraer sin llamar
actuar sin agitarse.

Llegar al cielo es volver a casa.

martes, diciembre 05, 2006

Los 41...

me llegan como anillo al cuello
de esos de bronce que ponen verde la piel
me pillan con la guata abultada y las sienes teñidas
pero matriculada en gym y socia vitalicia de Koleston
me atrapan llena de refranes de la abuela
ignorante en la cocina
y ansiosa de las artes amatorias
me descubren plena de discursos y eufemismos de lo que es vivir
pero sin una pizca de rasguño en la moral
o sea sin nada sabroso que contar.

¡La vida es dura!

Un 7 de diciembre, martes aquél, a las 15:10 hrs, un grito vino a sepultar el ruido de lo externo y la tranquilidad de una familia de tradición...fui yo.

domingo, diciembre 03, 2006

Metamorfoseándose la vida...

Nadie entiende que soy un insecto, un émulo de Samsa, una mujer atrapada en unos testículos que no pedí y que, por falta de monedas, deben vivir aprisionándome el alma.
No soy culpable de que no me preguntaran qué quería ser al nacer. Me trajeron y ya!
Por años, endurecí mi voz, me puse al arco, me paré con dificultad ante los urinarios de la escuela (dificultad para resistir no mirar pal lado). Pero nada! Ahí estaba yo y mi estigma; la yaga que debía ocultar, la palabra aflautada, la alita quebrada que todos comenzaban a ver.
Mi padre decidió que los militares me corregirían, aunque fuera a golpes. Mi capitán le sacó brillo a sus estrellas en mi espalda hasta que cumplí mi Servicio a la Patria y salí más maricón que dos años antes.
Lo mío era el arte y no los números, ni la mecánica, pero nuevamente mi padre intervino y pagó mis estudios en una Universidad con nombre de prócer. No demoré en obtener el cartón (ser marica no es sinónimo de ser leso).
Poco antes de que mi viejo muriera, le colgué el título frente a su cama para que su agonía fuera corta, su partida rápida y su conciencia flotara hasta el jardín del edén sin turbulencias en el viaje.
Mi mamá es otra cosa. Cuando se dio cuenta del hijo que tenía, exhaló un profundo y prolongado suspiro para rematar con un "Dios tiene sus razones para hacer las cosas" y comenzó a bordarme las camisas (enchularlas, se diría hoy), a prestarme su lima para las uñas y a vendarme los pies para que se vieran más finos.
Ya hace años que murió mi viejo y cada vez que me paro en esta esquina no puedo evitar acordarme de él; por aquí pasaba camino a la fábrica y por aquí pasan hoy sus compañeros obreros que, al verme, voltean la vista, aunque más tarde, en la nochecita, me digan palabras dulces en los oídos.
A veces pienso si mi padre no hizo lo mismo alguna vez; esas semanas que mi vieja lo tenía con restricción y no le daba la pasada. Quizás, en una de ésas, ligó con uno como yo y hasta le dio esa zurra que me prometía cada vez que, con un poco de alcohol, se me salía la Yazna que llevo dentro.
Hoy estoy aquí, en medio del parque, esperando un lance que me zambulla en el fin de semana; ese territorio alejado de la corbata, el protocolo y esas caretas que todos, cual más cual menos, lucimos en la oficina.
Soy ingeniero (el ícono de la masculinidad de día), me llamo Alfonso y mis jefes me palmotean la espalda por lo prolijo y dedicado.
Por las noches y aquí, en el parque, soy la Yazna y ando en busca de que alguien me palmotee el resto del cuerpo. Ojalá esta noche no sea floja. Necesito las monedas para ir a Baires, operarme y luego irme a un tugurio a bailar tango con un traje negro que guardo como hueso santo y una rosa roja atravesada en mi boca.
Después de ese sueño, no me importa volver a esta esquina, morir en manos de uno de esos pelados que buscan una raza que no existe o ser manoseada por un paco baboso, que jura que es hombre porque habla golpeado y pasó piola durante sus años de entrenamiento de perro.
El pobre gueón no sabe que mi procesión está en mi entrepierna y la suya en el uniforme...
Pero como decía mi taita "el hábito no hace al monje y en pelotas somos todos Lonconao"

viernes, diciembre 01, 2006

Cumple años...feliz


se vienen los años
no hay incertidumbre que aguante
ya ni ronronean los balances
lo que no se hizo es culpa del empedrado
mejor teñirse el pelo
y en una de ésas las ideas
ya ni el polvo soporta tanto análisis
el espejo es un leguleyo frente a tu efigie
hasta los lentes se empañan
las rodillas tañen
las curvas se baten en retirada
los pensamientos se enquistan más rápido que ligero
comienzan a proliferar los refranes
todo tiempo pasado fue mejor
la risa está surcada de fisuras
el alma no se eleva como volantín
la espera se torna presente perfecto
los márgenes vencieron sus elásticos
uno se equilibra como endemoniado
pasas a ser la señora sin anillo
vienes de vuelta sin haber ido
te ganas el respeto por secretaría
tus goles son consignas de cartón
tus verbos son historia
hay que cerrar las ventanas para no resfriarse
duermes menos
crece el colesterol en las arterias
te conceden el asiento en las micros
vienen la tortícolis el reuma y sus aliados
no te citan a entrevistas personales
los escotes te llegan a la cintura
hablas de las efemérides como en el living de tu casa
ya arrugaste todas las banderas de lucha
te molestan las pelusas en los chalecos
y los adornos fuera de su sitio
le hablas a las plantas
consumes gatos
cambiaste el rock por Vivaldi
y los desenfrenos por el reiki,
los ritos de iniciación por los de sanación
coleccionas libros de autoayuda
te inyectas metacaroteno a la vena
andas leyendo las fechas de vencimiento en los supermercados
vacacionas en el Valle del Elqui para reflexionar
te matriculas en un curso de macramé
escribes cuentos infantiles como hobbie
planchas hasta los calzones
guardas una estampita de la Virgen en la billetera
tomas sagradamente dos aspirinas al día
hueles a crema antiarrugas
y esperas a tus amigas con un tecito y galletas para el día señalado...

¡¡¡¡Que los cumplas, feliz, te deseamos a ti!!!!

martes, noviembre 28, 2006

Escapando...

No quería llegar a casa. Sabía que allí la esperaba una realidad que no deseaba ver (bastaba con imaginarla cada noche antes de dormir y previo al rezar) por lo que se decidió a prolongar el laburo, dilatando los minutos y encontrando, a cada paso, alguna minucia que hacer.
Pero cuando ya era ridícula la permanencia, se echó a andar por las vitrinas, reflejando su cara de ansiedad en los maniquíes a su paso.
Demoraba el tranco; miraba el reloj pidiéndole clemencia y, como nunca, implorando que el tiempo pasase sin pena ni gloria, pero que pasase.
Al llegar, ilusamente tomó la llave de seguridad; aquella que le diría que el departamento estaba vacío. Fue en vano.
Al otro lado de la puerta la esperaba la imagen que no quería ver; la cara del deterioro, la mente disgregada y la pregunta que no quería oir "¿Quién es esta señorita?" cuando esa señorita no era otra que la mujer que, aquella otra mujer, había criado desde siempre.
No soportaba sostener esa mirada cuajada por una catarata y, sobretodo, ida en el recuerdo de una vida que se deshilacha a cada tanto.
Disimuló, rió e hizo bromas como antaño, como siempre, pero las procesiones atraviesan las venas y pronto se rindió y quedó muda.
Más tarde, la abuela s fue a su nuevo refugio de soledad y ella quedó con un frío en las sienes y un sabor a residuo en la piel.
Todo se desvanece...más tarde o más temprano, no sólo las huellas dejamos en el camino, sino también nuestros huesos, nuestros recuerdos y a nuestra gente.
Abrió una cerveza. Se negó a ir por un cuerpo más esbelto y se sentó aquí a contarles su escapada de la tarde.

domingo, noviembre 26, 2006

Descubrimiento...

He descubierto que no he
descubierto nada:

el sol siempre estuvo ahí
la destrucción de planeta la ocasionó el hombre antes que yo la deseara
la fatiga, el hambre y el agotamiento me precedieron
los garabatos fueron dichos primero en la cueva de Altamira
los besos excitaron previo a mis labios
el frío heló las eras antes que a mis pies
el calendario despachó cadáveres antes que mi pleitesía
(el reloj ídem)
el ácido inundó los limones antes que a mi humor

todo fue descubierto y creado previo a mi creación...

¿Qué hago, entonces, con mi Síndrome Mesiánico?

jueves, noviembre 23, 2006

23 de noviembre de 1991...

Decidiste partir
tomar la muerte en tus manos
regar la culpa en las mías
una madrugada de espanto
donde los trinos se volvieron lamentos

y en los ojos no cabía tanto absurdo.

Aún recuerdo todo
tu último exhalo
el hálito que se arrancaba de tu mano
la mueca de dolor con la que te despedías
y mi nombre hecho eco
con el aliento que ya no era el tuyo.

15 años de aquello
pero minutos de la sensación que no abandona
quedó impregnada
enmohecida en mi garganta
alerta en mis párpados
viviente en el inefable rincón de mi mente culposa.

Decidiste partir aquel amanecer
y dejarme atada
al fatídico noviembre
al único día en que no sale el sol...

Gracias...por la nada...

martes, noviembre 21, 2006

Infinito...

Cuando un nombre se apaga
despierta un farol en el infinito...
Hoy, la noche será
menos oscura que ayer...
Una gota de mi sangre
reposa en la eternidad...
Las lágrimas darán
paso al recuerdo imperecedero...
¿ Qué podría decirte, amigo, para aplacar la pena que te deja mudo; para explicarte por qué los relojes seguirán su curso a pesar de que el tiempo se ha detenido para ti ?

Se atolondra el diccionario; queda mudo el lenguaje; no hay brebaje que aminore el dolor; no tengo palabras, sino sólo un silencio acompañante, una caricia en la mitad del camino, un aliento que será, seguramente, un náufrago en medio del bravío sentir que te embiste ahora.

Tampoco quiero hablarte del tiempo y sus curaciones, porque sería blasfemar.

Sólo déjame decirte que no existe el olvido... nada corrompe el recuerdo de una caricia, el olor de una madre, la voz de quien estuvo antes que todos, el seno que nos impulsó la vida y ese regazo que traspasó los años con su presencia silenciosa...no existe el olvido.

Te quiero, mi amigo.

sábado, noviembre 18, 2006



Vives

Incrustado en la

Necesidad de

Olvidar

viernes, noviembre 17, 2006

Al minuto siguiente...

Acabo de llegar de un paseo con mi curso, pero más que eso, fueron tres días de darme cuenta que no podría ser otra cosa en la vida que ser Profe...fueron muchos, muchísimos momentos de confianza, cariño, lealtad, diversión, piscina, sol, tai-chi, conversaciones de lo humano, lo divino, lo prohibido, lo placentero. También hubo trabajo, preocupación, alerta. Estuvimos tan cerca, tan unidos, tan aclanados que aún puedo oler sus rasgos, sus sonrisas, su sueño y su trasnoche.
Estoy agotada, es cierto, pero tan feliz que a pesar de haberlos dejado hace tan sólo unas horas, ya los extraño.
He sido premiada con estos jóvenes y ellos me han dado toda su energía en forma de amor; ese amor que se da sin condiciones, sin mirar ni medir la cantidad y, más aun, a una desconocida que, ahora, vieron desde al lado y no al frente de la sala y supieron apreciar, respetar, molestar y conocer.
No sé qué más decir, aunque me quedan todas las sensaciones dentro.
Estoy feliz.

martes, noviembre 14, 2006

Minuto...

se me han desatado las furias...
mi mente huye del tropel de nervios que han sitiado mi cordura y me tienen reducida a espasmos, dedos crispados y rodillas nudosas...
la boca seca, la vista turbia, los pies helados...
siento helada la espalda y tieso el cuello...
mi cabeza da órdenes como dictador desequilibrado: envía al corazón a su rincón acompasado, exige posición firme a mis piernas titubeantes y manda raudos choques eléctricos a las zonas que han entrado en rebelión...
siento el golpeteo de la sangre en mis sienes...
se rompen los diques y cabalgan las emociones como una horda endemoniada...
mi párpado derecho habla consigo mismo...
trato de respirar, pero el aire no sobrepasa mi garganta...
es pánico...
desazón...
escape...
revolución de sentires por demasiado tiempo contenidos, anudados en una delgada fibra de sensatez...
han caído los muros, se han derrumbado las atalayas...
los vigías se batieron en retirada y me han dejado frente a mí misma...
desolada...
vulnerable...
trato de converger, de llamar a cónclave...
me aferro a mis vértebras cimbreantes y, desde allí, conmino a mis desatados miedos que se reporten, que vuelvan a su caja de Pandora...
sólo silencio del mortuorio se oye entre mis venas y el eco de mis gritos que rebota en mis cavernas cerebrales...
por hoy, me declaro deshabitada...
en ruinas...
un caserío fantasma que espera el sol de mañana para recién saber si ha quedado algo de su reflejo...
mañana...
una lejanía sólo superada por la calma...
esa tranquilidad que habita los confines de mi utopía...

domingo, noviembre 05, 2006

Escritura virtual
caracteres inmaculados
sin metáforas
un ente detrás de un teclado
incomunicación.

La escritura no une; desata. Creemos encontrarnos en un lugar común con muchos, pero estamos más solos que ayer.

Conexión satelital
globalización
muere la identidad
cibernautas
nada.

Se pierde la grafía, la voz, los tics, para dar paso a la uniformidad de las deformidades de quienes estamos más allá de la pantalla.

Blogs en lugar de vidas
ficciones o espejismos
máscaras faciales
muros y atalayas
soledad en estado puro.

Nos dejamos envolver por la seudocomunidad de los que, como almas en pena, viajamos por los aires, en ondas eléctricas.

Pantalla plana
sensibilidad aplanada
discurso planificado
encéfalo plano.

sábado, noviembre 04, 2006

¿Me adoptas?...


Nunca nadie me había pedido algo más hermoso y más sorprendente. Junto con oir aquello fui sintiendo un aletear de contracciones en mi vientre...pensé que nunca las sentiría...es una sensación fascinante.
La historia es breve.
Se trata de una jovencita impulsiva, revolucionaria e intensa que conocí en cuanto entré a su sala de clases, hace ya varios años. Ojos vivaces, mente lúcida, todos los gestos del mundo anclados en sus ojos y en sus manos, pero que no podía disimular un triz de pena en su mirada.
Las letras y esas largas conversaciones de pasillo, contándonos detalles de cómo no morir en el intento de vivir, nos acercaron mucho.
Todos los tiempos tienen sus finales y Maite se fue del colegio con el sueño de entrar a la Universidad. Pero el devenir le tenía preparada una prueba muy dura....de esas pruebas que sólo están reservadas para los grandes de espíritu; aquellos que no se quebran, sino se doblan como el sabio bambú que deja que la nieve del intenso invierno resbale por sus ramas, sin oponerle resistencia y así volver fortalecido en primavera...Así es la Maite...un bambú.
Y ahora está de vuelta...y sola descubrió la respuesta a esa pregunta que me hizo aquella noche de la despedida eterna, llena de incertidumbre, pánico y rabia.
Aquella lejana pregunta y la que me hizo anoche...ya tienen respuesta.

miércoles, noviembre 01, 2006

Los hay que han muerto
Inmolados en tu nombre
Brazos alzados y en
Espera del grito
Recóndito que los llame y los
Traiga de vuelta
Al mundo real que los
Dejó partir sin compasión.

Noche cerrada...

Gorjearon de libertad en mi oído
se me despertó la furia
tejió su maraña de silencio la palabra
y se preñó de ideas la mollera
se entumieron las rodillas
y quise más que ayer al desconocido.
Amo la penumbra de una voz en lontananza
y se triza el entendimiento alocado
se cuela un tufillo de ironía
y duerme agazapado en mi hígado.
No es más que eso
quisiera golondrinas
pero se desespereza la razón
y toca a triana.
Se devuelve al galope el amor inocente
pidiendo disculpas por la osadía
a raya lo deja el entendimiento
a buen recaudo estará bajo sospecha.
Gorjearon de libertad en mi oído
y me sonó a estampida y no a trinos.

martes, octubre 31, 2006

Mientras tanto...

me cubro de cenizas
despierto por la noche pateando fantasmas
me intoxico la mirada
hurgueteo mi clítoris inocente
derramo una lágrima en el paradero
coagulo un garabato a la suerte negra
ansío unos brazos
leo La broma de Kundera
respiro el smog de mi ventana
paseo mi mal genio
deposito algo más que una letra aquí
mascullo una soledad petrificada
le robo una historia al transeúnte de todos los días
me visto de café franciscano
me depilo las ilusiones
tirito de frío en primavera
pago las cuentas atrasadas
me voy de pie en la micro
enderezo mi almohada
me canto una canción infantil
asalto las liquidaciones
endurezco mis abdominales
escribo mensajes de texto
deformo mis zapatos
reprimo un grito de auxilio
aliso mi pelo
me como las uñas
escucho el Requiem de Mozart
corrijo con lápiz rojo
me tomo tres tazas de café por la mañana
esquivo los noticiarios centrales
duermo con la mandíbula apretada
fumo en la oscuridad de mi pieza
añoro vacaciones de mí misma
me aguanto las ganas de ir al baño
respondo una estupidez
rezo un Padrenuestro mientras me duermo
sigo el vuelo de una mosca...

mientras tanto...llega la calma.

sábado, octubre 28, 2006

¿Prender o Encender? Ésa es la pregunta...

Podrás
Retarme
Eternamente por
No saber usarla
Debidamente pero
Entiende mi humilde
Rebeldía

v/s

Enséñame y
Nunca
Creas que
Eres menor que yo porque
No sabes cuánto
Daría por
Escribir tus
Relatos

viernes, octubre 27, 2006

Autorretrato Parte I...


Mis curvas no son peligrosas
(nadie se ha estrellado contra ellas)
tampoco hay animitas en mi cintura
(aunque le prendo velitas a un par de topones para que me hagan el milagrito de volver)
y aunque todo cae por su propio peso
(gravedad mediante)
el proyecto de remodelación humana está
(en pleno proceso de activación)
el asfalto ya está agrietado
(fatiga de material)
las vías de acceso tienen sus baches
(como lomos de toro embriagado en cerveza)
lo que era turgente se ha vuelto menguante
la señalética blanca de las sienes
ha adoptado colores de última generación...

Continuará

Boleta tardía...

Llegó del pasado un amigo al cual dejé de frecuentar a los 15 años y apareció con una andanada de recuerdos de aquellos días.
Mi cara iba transformándose desde el asombro a la suspicacia. Nada me era familiar de todo lo que él decía.
Su cara, en cambio, iba de la suspicacia al enojo por lo que llamó "mi falta total de apego a los recuerdos y su gente".
Acto seguido, un sermón de aquellos, donde las palabras "raíces" e "identidad" se repetían hasta el hartazgo. No medió mucho tiempo hasta que mi enojo fuera patente.
¿Quién, si no uno mismo, filtra y graba las imágenes del pasado?
Como una vieja encolerizada, me reprendía e instaba a que exprimiera mis ya agotadas neuronas en función de nombres y caras que "yo debía tener presente porque uno es hoy lo que fue ayer" TOMA!!!!!.
Conclusión: soy una desarraigada que probablemente padece esta inestabilidad emocional producto de que mi memoria es un saco roto, que olvida lo que ha vivido.
Luego de su reprimenda bociferante se fue ofuscado y sin ganas de volverme a ver.
Con esa decisión tan drástica sólo consiguió no enterarse jamás que acabo de olvidarlo a él también.
¡¡¡¡Nadie me viene con guevás!!!!

miércoles, octubre 25, 2006

Disgresiones subterráneas...

Metro. Una mujer a mi lado con un ramo de rosas rojas y amarillas. Yo pienso que ni cagando me paseo por Santiago con flores ¡¡¡¡me da vergüenza!!!! Me han regalado flores para el Día del Profe y otras efemérides, pero siempre terminan en un envase de Coca Cola desechable en mi escritorio y, en cuanto se secan, las cobijo en algún libro para recordar el momento (son menos ostentosas cuando están secas...como los humanos, supongo)...Esta línea no va al Cementerio, por lo tanto son flores de regalo para un vivo. Miro para otro lado. Recuerdo que recién me catalogaron de "regia, melosa y bonita"...Me escruto en el vidrio-espejo y pienso que más me hubiera calzado "inteligente y creativa". Una sonrisa sardónica se dibuja en mi cara (no me molesta del todo la descripción, debo decirlo), pero me suena a otra persona...Vuelvo a mirar para otro lado. Un tipo con cara de inteligente y creativo me mira. Penetro en su mente e imagino lo que piensa...me calibro a partir de su expresión: ¿regia, atractiva o definitivamente inteligente?...Fantaseo con lo que pudiera estar pensando de mí... Un escote que no es dadivoso, pero algo entrega; caderas de un mes de gym; ciertas arruguillas que se disimulan con los rizos aclarados a la fuerza en una sesión de blondon...Me gusto, claro, no es mala la estampa, pero....será lo mismo que está diciéndose el susodicho?...Recuerdo de donde vengo: acompañar a un amigo de saber que su madre tiene un cáncer de regreso, luego que un milagro lo había extirpado...Me siento una mierda al estar midiéndome con esas varas tan requetecontra frívolas, mientras él debe estar poniendo la cara frente a su familia como el poseedor de esta macabra noticia...No quiero pensar en enfermedad, aunque también fantaseo, a veces, con una terrible, que hace temblar a mis enemigos...Desecho el tema (hoy no quiero hacerlos padecer mi ausencia).
Cambio de vía. Hombres y mujeres que, de tan cansados, no están para fantasías...Pienso en la cerveza que me tomaré en cuanto pise mi depto y haya prendido el computador para vomitar esto. Las calorías de más no están dentro de mis preocupaciones en el momento. Ni tampoco la clase que me perdí de acuaeróbica...luego veremos la carga adiposa que mi devaneo ocasionó...No es tema por el momento.
Ahora ya me bajé del metro...ya no caben las fantasías...hay que producir...me tintinea el computador para resolver las dudas de mis alumnos.
Creo que los profes trabajamos más horas de las que dicen en la TV...¿Será cierto o sólo es un arranque febril en medio de estas disgresiones de subterráneo?

sábado, octubre 21, 2006

He paseado mi humanidad noctámbula por el Santiago etílico de noche de viernes; como queriendo asir algo que ni siquiera sé qué es....cunetas bañadas de esperma anhelante en busca de asidero; un Parque Forestal inseminado de parejas arañándose un destino inefable y la Plaza de Armas teñida de suspiro limeño vestido de puta inmigrante.
Yo en un taxi de vuelta de un margarita que me despertó el ojo avisor de realidad ( la mía y la de tantos) y que, al final, me deja un sabor de realismo que no alcanza para el mágico de García Márquez porque la mixtura de brutalidad y decadencia te golpea la mirada y te deja en estado de compasión.
Es mi ciudad, mi cementerio de identidad y mi sementario de identidad también.

miércoles, octubre 18, 2006

Distancias...

Tu letra llegó primero en un viaje de muchas leguas y se depositó en mi letra. Ambas se descubrieron. Venían de las entrañas de sus dueños. Querían taladrar tímpanos y retinas; hablaban un lenguaje hermano y compartían carencias. Eran los escudos de dos almas errantes.
Luego vinieron las caras, con el mundo en sus ojos, con la verdad en las sienes y con olor a búsqueda y encuentro.
A ellas se les sumaron las voces que acortaron las distancias, que se acariciaron, comulgaron e hicieron surco en la memoria.
Nos bautizamos, nos dimos la bienvenida y emprendimos el camino del compartir anhelos, temores, culpas y cicatrices. El tiempo se hizo a un lado cuando aprendimos a tomarnos las manos por sobre las latitudes, habíamos superado el primer encuentro.
Paso a paso nos fuimos metiendo en el paisaje y alimentando la necesidad de la presencia, de saberse, de estirar los dichos, las despedidas.
Remontamos las historias de cada uno, nos lamemos las heridas, envidiamos los dones, desmenuzamos la creación, arreglamos el mundo y comenzamos a ansiarnos.
La distancia nos hace ver espejismos, la hora del encuentro, el abrazo, la palabra primera y el beso último.
Una vida nos ha pasado por el lado, nos empuja con su brisa, nos apura con su ímpetu, nos coloca en el andén.
Ignoramos el resto de la historia; somos nuestros propios personajes, nadie nos narra, aunque tal vez alguien sueñe nuestros amaneceres.
Unas palabras nos hemos musitado de aquel gran mensaje que nos ha llevado a uno frente al otro.
Las casualidades no existen. Llega el minuto de saber qué hacemos mirándonos desde lejos; qué es aquello que debemos decirnos; por qué nos ha convocado la vida.

martes, octubre 17, 2006

De tanto buscarte, tu silueta se ha deshecho en mis ojos, aunque a tientas sigo tus pasos en esta distancia que a ratos atormenta.
Te cuelas por esa rendija que nunca logró cicatrizar, por donde se escapan los suspiros, los sueños, las ganas de encontrarte
y quedo allí, inmóvil en la espera,
como aquellas tardes de ventanas en que el sólo deseo te dibujaba viniendo hacia mí.
La ciudad te esconde las pisadas;
las calles nos expulsan hacia nortes distintos;
los paisajes comunes ya se han desteñido,
el cuaderno con tus dibujos y mis letras yace senil, mudo y sepia.
No hay rito que despegue mis manos de tu espalda;
no se ha escrito el nombre que derrame olvido sobre el tuyo;
no gira el tiempo si no es en tu dirección...
Pero irremediablemente te has ido,
aunque no de mis vértebras...

miércoles, octubre 11, 2006

Plegaria...

Se disipa la niebla
ya no hay escaramuzas posibles
los pecados yacen en carne viva
la noche cae a borbotones
se entierran las uñas en la sangre
y el alarido son las campanadas de la iglesia
salen despavoridos los soles
la luz torna febriles los pensamientos
cuerpos confusos se atropellan
se rozan, se embisten, copulan
el caos arrecia las mamparas
un cortejo fúnebre desarma las veredas
un olor almibarado recorre los techos
la brisa se disfraza de invisible
un halo funesto emerge de las lenguas
es el sino que presagia tormentas
octubre rojo negro tornasol
la parálisis de los miembros
una condena indeseable
el reloj destripado de la memoria
un rayo que detona luciérnagas opacas
el final anunciado
un acto irredimible
el parto descifrado
bocas cosidas en el fermento del espanto
algo se viene irremediable
se acerca, se yergue, conmueve
una bienvenida de crespones negros
aliento sulferino
las piedras palpitan plegarias
ojos desorbitados atisban el horizonte
ya está aquí
ineludible
corpórea
inmutable
la patrona de los insomnes
anfitriona de alucinaciones
néctar del abandono
nuestra señora la Locura
¡Ruega por nosotros
tus seguidores
ahora y en la hora de la Cordura!
¡SALUD!

Hay que estar preparado para lo inesperado...


Ayer estuve rodeada de muertes
me entraron por los ojos
me abordaron las ideas
me zarandearon la vigilia
y se fueron en la madrugada.

No eran mis muertos
(esos no me visitan hace mucho)
eran de otras legiones
pero recalaron en mí
como náufragos del tiempo.

Algo querían decirme
oí sus murmullos
algo dejaron dentro
para encontrarlo y descifrarlo
(me siento preñada de ese algo).

Dónde buscar no sé
qué voy a hallar lo desconozco
sólo siento un rumor dentro mío
uno ajeno a mis susurros
uno que me anida desde dentro.

A ratos lo siento en mis oídos
otras se desplaza por mi piel
o me tensa la lengua
o me humedece las manos
deambula, gira, se esconde, emerge.

Ayer me visitaron unos muertos
para hablarme de ...

sábado, octubre 07, 2006

Girando en gerundio...

Una refriega de muslos
el croar de rodillas parlantes
el deseo hecho pelos y señales
ombligos que se narran fantasías
pechos que ebullen como magma
sexos antropofágicos
la piel impúdica desatando marejadas
fauces atómicas profiriendo herejías
manos acechantes en contienda impenitente
pies horadando sábanas
la pelvis en desenfrenado vaivén
un sismo de carne y médula
el esqueleto hecho cascabel
calor de mazmorra húmeda
olor a fosa común
dientes deparramados en sangre
un orgasmo contreñido, estítico y esquivo.

Se acabó el show
el telón baja
los actores corren a sus camerinos
otra función en 30 minutos
intermedio musical
un café con malicia y un cigarro alegre.

Todos de vuelta a sus puestos.

Una refriega de muslos
el croar de rodillas parlantes
...
...
por los siglos de los siglos
AMÉN

Callando...cayendo

Párpados pesados
la mente llena de grillos incandescentes
la lengua cosida al paladar
no hay palabras en el estuche.

Un hoyo en la memoria
estampida de imágenes
un yo fosilizado en el presente
ilusiones perturbadas en la niebla.

Gritos disfónicos
uñas carcomidas de cotidiano
y el respirar de un gigante abatido.
Es la despedida.

El garabateo de horas trágicas
un clamor de auxilio solapado
un reloj que aprieta inmisericorde
penas enquistadas en la médula.

Manos aferradas a la cordura
elástico que anuncia quiebre
la hebra umbilical agusanada
el desplome de peldaños.

¿Dónde habrá un huracán de brisa?

domingo, octubre 01, 2006

Retorno
has venido a visitarme
vestido de fantasma
has dormido a mi lado
pero ausente.

Repaso
nuestra historia
los vínculos
las promesas
tu mirada trizada
mi exultante amor de antaño
mi insufrible nostalgia de hoy.

Quiero
verte de lejos
oir tu voz sonando dentro mío
tus manos acariciándome la espalda
y hacer desaparecer este lapsus
que nos separó.

viernes, septiembre 29, 2006

RE (Z)


Estás depositando la piel en el excusado, dejándote violar por las musarañas del desamor y aún pides explicaciones.
No hay explicaciones para el desamor... sólo existe, se es, se vive y se sobrevive.
Preguntarse los porqué es una voltereta sin sentido.
Sólo disfruta del elixir de este dolor que es tan placentero como cuando las mariposas amarillas te pueblan el intestino.
Tú lo sabes...
Amar es irse en un viaje astral a gemidos insondables hasta estrellarse en la despedida; una temporada en el infierno (otro viaje, pero que no tiene nada de astral porque te lo vives hasta los tuétanos)
Sólo puedo decirte que pasa... cómo y cuándo? son preguntas tutelares, pero pasa.
El tema es sobrevivir al "mientras tanto".
Suerte, Sublime

Mirar tras los visillos...

Un leve aletear de mariposa produce una estampida de palabras despavoridas que, a su paso, deshilachan las sonrisas cómplices y todo se vuelve nada. Todo se detiene en un punto muerto, se rompen los vínculos, se desarma un presente que ya, de por sí, es efímero e inefable.
Quedamos a la deriva y la razón navega por mares turbulentos en un viaje que puede no tener retorno.
Las cosas siempre ocurren por una fuerza superior que promulga el caos para reordenarlas y, en ese caos, todo, intenciones, afectos, dudas y proyectos caen por un embudo que las aprisiona, las asfixia y, a veces, hasta las destruye.
Nada se puede hacer. Los controles superan todo dominio y no queda más que asumir la calidad de títeres que nos imponen ciertas circunstancias.
Nosotros, que nos creemos constructores de los rieles de la existencia, no somos más que piezas de engarce de una selección natural que puede llegar a ser perversa.
El destino nos escupe de frente y nos obliga a reclinarnos ante él, en un acto de sumisión tal que nos perdemos de vista, nos transamos, nos vendemos.
Son los encuentros con la realidad y su filosa moraleja: el que osa ponerla a prueba sale con la piel descascarada y la mente arremolinada en confusiones.
Quizás ésta sea una de esas lecciones que jamás se aprendan, ya que siempre volvemos a lo mismo, en esa tosudez idealista de creer que, en algún momento, las cosas y las personas pueden y deben cambiar.
Hablamos de lo que es justo, de las igualdades, de lo correcto, pero estos no son más que constructos que hemos ideado para evadir lo evidente: no manejamos todos los hilos y, lo que es aún peor, no tenemos el espacio para la duda, la explicación, la réplica. No tenemos derecho a plantar una banderita que represente lo que somos y creemos. Nada.
La aplanadora nos pasa por encima y el que sucumbe, muere y el que no, se convierte en un sobreviviente, apenas con ánimo para permanecer a ras de piso.

sábado, septiembre 23, 2006

Dos siluetas están allí, una al lado de la otra, respirando apenas, casi jadeando. No se conocen más allá de los contornos, de las texturas, de los fluidos. No se miran, se hablan con las manos, con la boca y los dedos.
Llevan horas así, pero no dan cuenta del tiempo ido. A ratos los supera la distancia y se hacen ovillos, yagas, se vuelven fetos, se huelen, se penetran.
Comienzan a balbucear, a abrir los ojos, a mirarse de frente y de costado, a escrutarse. Dejan sus manos quietas y las lenguas articulan dichos, historias, epifanías.
Se tropiezan las palabras, se percatan de los relojes, se descubren desnudos y desconocidos, se preguntan el nombre...se acaba la magia.

viernes, septiembre 22, 2006

Villapancho

Una maraña de ideas zarpando desde una mente febril
una verde mirada que quiere asir el mundo
para destrozarlo a sus anchas y luego parirlo en poesía.

Manos inquietas, tañendo cuerdas
para arrancar de los gritos interiores
y aferrarse a una nota musical que no lo excluya.

Anda, ve hasta donde tu insaciable curiosidad
sepa dibujar el sol y los paraguas.

No detengas el incansable son de tus pasos atolondrados

Para detenerse habrá tiempo después
cuando el reloj haya teñido de argentada brisa tu cabello.

Suerte!!!!

Autorretrato efímero...

Me expando en la bruma
me vuevo oruga, espiga aire
me recorro
recojo los cristales
que de mí se desprenden.

Palpo mi cuerpo
reconozco mis rodilla
mis pies cansados
me vuelvo piel
me sé estría, arruga, canas
me miro

Me hago ovillo
me torno fetal
me acuno, beso, cicatriz
cuento mis lunares
me como las uñas
viajo por mi ombligo
hasta la tierra de nadie.

Me duermo en el hueco vacío
de mi vientre
nadie vino a vivir en él
me quedo en ostra, amanecer, silencio
me reprocho y torturo
me caigo.

Me palabreo saliva
me perforo las orejas
me taladro la sien
con mi cuento de niña dulce.

Me desarraigo en mi cama
permuto soledad por pertenencia
me toco allá abajo
eclipso.

Me rajo a llorar
me cansa reír, optimizar, alegrar
me dejo llevar
me urje poseeer
lo que no me existe.

Me convoca el definirme
se me diseminan los contornos
no sé cómo decirme
yo...

martes, septiembre 19, 2006

Llamada en espera...

Marcó los siete números del teléfono. La respiración entrecortada y el sudor de las manos la delataban.
Hacía exactamente cinco años que no pulsaba esos números, pero ya no podía esperar más.
El timbre de "llamando" le entraba por el oído e iba a desparramarle las palabras que tenía preparadas para la ocasión. Sudaba helado.
¿Cuánto duraba la espera? No sabía, pero las fuerzas ya le flaqueaban cuando una voz de mujer la sacó de su ensimismamiento.

- Aló? - oyó decir.
- Francisco? -contestó, saltándose los preámbulos tantas noches ensayados.
- Francisco?
- Por favor, nece...perdón, quisiera hablar con él.
- Un momento. De parte de quién?
- Cecilia.

El nombre se le vino a la mente como aquél que ocupara por esos días de amor clandestino, cuando lo cambiaba junto con su voz.
Esperó y cuando el miedo irrumpió en su mano a punto de hacerla colgar...

- Aló?
- Francisco, eres tú? -musitó, extrañando el timbre de voz.
- Sí. Con quién hablo?. No conozco a ninguna Cecilia!

Ya no recordaba su falsa identidad y quizás tampoco la recordaba a ella ¡Habían pasado tantos años!

-Yo soy...María...5 años atrás...tú y yo... los libros, las clases...te acuerdas?
- ...(silencio)
- Quería saber de ti -dijo, sintiéndose una estúpida adolescente. -¿Cómo te ha ido? ¿Qué has hecho?
- ... (silencio)
- Aún no sabes quién soy?
- Sí, lo sé... tanto tiempo...estoy bien...qué sorpresa!...no sé qué decir!
- Tal vez estás ocupado y llamé en mal momento.
- Ocupado, sí, la verdad, muy ocupado.
- Lo siento. No quise incomodarte...tal vez otro día...
- ... (silencio)
- Perdona. Te dejo...lo siento...adios.
- ... (silencio)

Con una mano dejó el auricular, mientras con la otra ahogaba un gemido de dolor intenso que se le escapaba por la boca.
¡ Qué tonta había sido!
Quedó paralizada frente al teléfono, llorando pausadamente, dejándose ir en un mar de recuerdos que la atormentaban.
¡Lo había amado tanto!
Claro que sí...Desde esa vez, nunca había querido de nuevo y tampoco se había metido a la cama con nadie.
Se volvió sobre los pasos y el espejo se le apareció de frente y sin piedad. Allí estaba ella, con sus cuarenta y tantos, asomada todavía a su último amor.
¡Qué patética!, se dijo y limpió de una bofetada las lágrimas que le abrillantaban el rostro.
Caminó unos pasos y el aire se le congeló en la nariz. El teléfono comenzaba a sonar...
¿Sería él, más calmado de la impresión?
De una zancada, estaba de nuevo con el auricular en la mano.

- Aló?
- Soy yo, Francisco.
- Ahhh...me diste un susto...qué sorpre...
- Sólo llamaba para decirte que no me acuerdo de ti...Ya no me acuerdo de ti.
- ... (silencio)

lunes, septiembre 18, 2006

Grito...


¿Cuántas veces quieres que te diga mi nombre, abuela?
No puedo con tu ir de memoria
y con tu sordera porfiada.
No puedo con tu lento recordar
y esa hilvanada certera de los años tan remotos.

Te olvidas de mí
aunque me tienes al frente;
me enseñaste a leer
y a gustar de los helados;
me hablaste de prejuicios
y de la memoria de la historia...
y ahora ya no me reconoces.

Los tiempos son crueles contigo, abuela,
te tienen atrapada en un presente
que tú ya has dejado ir
porque te parece ajeno y extraño.

Tu piel ha cuajado en huesos frágiles
y tu andar altanero de antaño
se fue en los recodos del día.


Pareces un ave asustada
encorvada en los pliegues del tiempo.
Le hablas al aire cuando nadie te ve
pidiendo a gritos una partida que no llega.

Ya no hay estridencia en tu voz
como cuando me retabas de niña.
Ya todo se ha ido de ti
hasta mi nombre.

¿Cómo decirte estas palabras, abuela, para que luego no las olvides?

Los tiempos son crueles contigo, abuela,
y a veces también nosotros.

Seguramente cuando llegue el momento
no te diré nada
me convertiré en muro de piedra recia
o huiré del espanto de dejarte ir;
me diré que estarás mejor
allá donde no hay calendarios
y reviviré las tardes de mi infancia
cuando me abrías el mundo de los libros,
tu secreto mejor guardado,
tu legado.

Ya de nuevo me olvidas, abuela
y preguntas quién soy
¿Cómo decirte que no soy nada
si ya olvidaste mi nombre,
los libros,
los helados,
las tardes,
mi infancia,
los prejuicios,
la historia,
si ya olvidaste recordar
¿Qué queda, entonces, abuela?

Queda mi amor mudo
y el nudo en la garganta.

domingo, septiembre 17, 2006

Tortura...

Quiero
comerte la sonrisa
y degustar la comisura de tu boca salina;

beberte la hiel
y envenenar mi sangre con tus latidos incólumes;

portarte en mi espalda
como la cicatriz que siempre has sido;

derramar la piel de tus dedos
por mi cuerpo exagüe de tanto recordarte;

quitarte el aliento y los dientes
y colgarlos de mis ansias;

hurgarte mi nombre
que te llevaste adherido a tu pelo desequilibrado;

profanar tu sueño
y armar carpa en tu memoria ancestral;

perderte la piedad
y lamerte la turbiedad de tu mirada trizada;

perpetrar un asalto
y robarme tu endiablada hermosura.

Quiero condenarte al beso retroactivo
que me negaste con tu partida.

sábado, septiembre 16, 2006

Viaje sin retorno...


Fue en aquel viaje, cuando la adolescencia nos bullía por dentro, que nos internamos en ese mar de desolación absoluta que es el desierto, sin saber que esas soledades se irían a adherir a nuestras almas, marcándolas a fuego.
Éramos los dueños de las respuestas; nos creíamos conocedores de todos los trucos de la vida, por lo que difícilmente podíamos imaginar algo que no pudiésemos dominar.
Pero había algo.
Una macabra realidad se escondía tras los peñascos y nuestros envanecidos ojos no supieron verla.
No fue la sal la que empañó nuestras miradas, ni es tampoco la que hoy provoca el derrame de mis lágrimas, a años de aquel viaje, sino la pérdida de la inocencia que nos dejó a un lado del camino, ya convertidos en hombres de un puro paraguazo.
El desierto se nos metió en el alma y secó lo que creíamos que duraría para siempre.
Volvimos mudos de asombro...y aún lo estamos.

Descuido...

Una lágrima reventó en mi mejilla
descendió salada y rebelde,
llevaba dentro de sí
un recuerdo y un dolor.

Se escapó del caudal
represivo de mis ojos
y fue a perderse en mi cuello
anudado.

Tantas lágrimas bañan un cuerpo
y no llegan a ningún mar.
Por cada una que se sacrifica
nacen tantas más.

Son fuente inagitable de suspiros
torrentoso manantial contenido
que sólo a ratos logra escapar.

He probado su recorrido salino
con disimulada ternura
y he dejado también que me hieran
para redimirme en su escozor.

Hoy bajó una lágrima de mis ojos
y no me atreví a detenerla;
podría ser que con ello
ya no pudiera detener el dolor.

domingo, septiembre 10, 2006

Voy en un tren-casa; un dormitorio sobre rieles. Veo por una ventana el mar de un intenso e inmóvil azul, al final de la calle. En el tren-casa viaja una anciana y dos extranjeros. Viajamos-vivimos plácidamente. Comienzo a inquietarme. Los otros buscan algo que se les ha perdido. Me angustio porque sé que algo me he robado, aunque desconozco lo que es. Trato de escapar. Tengo vergüenza de que me descubran. Tengo mis manos empuñadas de tanto ocultar algo en ellas. Me duelen.

Despierto sobresaltada.
Me duelen las manos.
He dormido con ellas dobladas y empuñadas.
El sueño me ha robado la tranquilidad.
Prendo un cigarro para aquietarme.
Miro la hora: 3:52 A.M.
Ya nada me hará volver a dormir.
El efecto de las pastillas debe ir rumbo al mar en ese tren-casa.

Bajo relieve

Tengo pegado el espinazo al suelo
y la sien ahorcada de cansancio.

Tengo moho en el corazón
y un arsenal de ruido en la rodilla.

Veo la luz que se aleja
palmo a palmo de mis manos
y me dejo caer
caer
en un latido.


Perezco en el insomnio
auscultando los techos de las horas.

Mis pasos me han abandonado.
Es otra la que anda
pensando en un presente que se desarma
y se deshabita.

Quiero buscarme para descansar en paz
las próximas tardes
bajo el rellano del sol
sobre la quietud del silencio...
bajo relieve