miércoles, julio 15, 2009

Una temporada en el sótano...

El médico lo dijo al darme el alta: "Debes pasar una temporada en el sótano". Y, obviamente, quise seguir la ancestral obediencia que se le profesa a los galenos. Y para no ser como las cocineras que nunca comparten sus secretos culinarios, yo sí les voy a contar qué tiene ese lugar que lo hace mi mejor medicina.

INGREDIENTES


* un deudor habitacional que protesta sin cesar en medio de otros quejidos.

* una puerta que no me cierra y por donde se me escapan los cuatro patas.

* un ringtone de helicóptero.

* cuatro vértebras que juegan al caballito de bronce.

* un atado de nervios que saltan sin control remoto.

* pajarillos matutinos que despiertan a la princesa.

* seis partos inolvidables.

* amiguis que muestran sus mejores hilachas.

* palabras y silencios humanos y divinos.

* fantasmas que comparten las noches.

* acupuntumasajes varios.

* ventana con pesón.

* cositas jugosas y siempre dispuestas en bandeja.


Es cierto. Es un medicamento no tradicional, pero lo importante es que ha curado todos mis males.

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