Un pasajero fugaz
en una nave intergaláctica
atraviesa el cielo en una tarde de otoño
derrite la monotonía
desarma las configuraciones del tiempo
provoca una estampida
engendra confusiones.
Luego sólo se aleja hasta desaparecer
no dejas estelas
pero sí huellas
que conducen a ninguna parte
y a todas al mismo tiempo.
martes, abril 29, 2008
domingo, abril 27, 2008
Verte...

No alcancé a darme cuenta del rojo que, de mi cabello bajaba a mis mejillas. Sólo sentí que el tiempo se detenía y nos transportaba, a ambos, a una burbuja de palabras, de reencuentro, de mirarnos profundamente y descubrirnos luego de años.
Disfruté tu verde mirada, me conmoví con el rictus de tu boca y tu habitual nerviosismo al hablar; me alegré con la fluidez con la que volvíamos a conversar, apurados por un tiempo que se hacía estrecho a cada tranco de la micro.
Aún conservo tu cara en mi retina y tu abrazo en mi cuerpo; aún oigo tu voz particular y tu resumen abreviado de vida; aún vagan desordenadas en mi interior las sensaciones que se desencadenaron ayer.
Aún se conservan en mí todo lo que tu nombre le brindó a mi existencia.
jueves, abril 24, 2008
Acerca de un post...anonimato e impunidad
Con pesar, pero a la vez con un profundo desagrado, descubro que muchas de las más nefastas herencias que nos dejó la Dictadura siguen haciendo presa de algunas personas; me refiero al anonimato y la impunidad. ¿Es posible que aún queden seres de bajo espíritu que, amparados en el anonimato, se dediquen a denostar a las personas? ¿Es concebible que todavía haya gente que tenga la impunidad de ir por la vida derrochando bajeza?
Lo peor de todo es que no es a mí, la persona, a la que se insulta y agrede, sino a un medio de expresión tan sublime como la literatura y la poesía.
Este espacio es personal y aunque no es privado, el mundo tiene el derecho de no acceder a él si lo visto no es compartido por sus mentes y preceptos. Pero nadie tiene el derecho de utilizar esta plataforma como tribuna para echar a correr su falta de altura de miras y su probreza espiritual.
El comentario, en cuestión, no será borrado porque no tuve, en aquellos tiempos oscuros la más mínima intención de encubrir los abusos cometidos bajo la premisa del desconocido que no da la cara, ni se identifica, y, por ende, menos lo haré ahora cuando, a mi parecer, estas odiosidades y lacras deben quedar al descubierto para ser erradicadas de una vez por todas de entre nosotros.
Y en lo que a mi blog respecta, seguirá siendo un arma de manifestaciones personales y continuará agradeciendo los comentarios y las críticas de aquellas personas decentes que siempre me han hablado a través de él.
El anonimato es pernicioso y la impunidad, nociva.
martes, abril 22, 2008

miércoles, abril 16, 2008
Homenaje al 6.9

Alguien pensó una vez que un 9 no conduce a nada; es algo así como estar a punto de llegar y fallar en el último minuto, chingarse; un triunfo moral que te deja la sensación de perder en las puertas de la meta; un estado entre la nada y la cosa ninguna porque llegaste hasta el final, pero no acabaste; hiciste el camino, sin llegar a la cima; sudaste, pero te faltó la gota que rebalsa el vaso.
El 9 es una cifra torturadora; un verdugo en la carrera de los competidores empedernidos, que no tienen codificado el trayecto, sino el final; el exitista que no contento con haber llegado quiere la cereza del pastel para que éste parezca dulcemente merecido.
Y si lo llevamos al plano de las calificaciones suena aún peor...un 6.9 es una bofetada al ego de quien cree que sus acciones no son perfectibles, sino perfectas; de aquellos que consideran el margen de error como un accidente sin mayor importancia, imperceptible e inadvertido...
Es injusto el juicio despiadado que se le sigue a esta cifra monumental, sin considerar que el 6.9 es una obra maestra de la arquitectura matemática...milimétricamente bien puesta y, por sobre todo, legítimamente merecida.
Yo reivindico el derecho de llegar sin alcanzar...no se puede tener todo en la vida, o no?
sábado, abril 12, 2008

Ven
jala mi mano con fuerza
no hagas caso de mi resistencia
(es el sino de mis ancestras)
tómame y llévame donde creas que es el paraíso
no tengo reseñas de él
cualquier lugar colmado de calma lo parecerá
aunque luego se disemine el hechizo
(también tengo recetas para exorcizarlo)
pero necesito conocer al menos el concepto
antes de que el vocabulario me tuerza
el entendimiento claro y la palabra certera
no hagas caso a mis réplicas
no pongas oídos a mis repudios
sólo jala y bésame la razón
para emborrachar la perdiz de esa lógica malsana
que le da nombre a mi estatura.
No permitas que no te diga
te quiero.
martes, abril 08, 2008

Hace tiempo que no oía palabras bellas, de ésas que a uno le endulzan el día y disipan las nubes. Hace tanto tiempo ya que el oído ha caído en desuso y comadrea con su amiga la incredulidad; ambos se encargan de presentar los petitorios de alerta y de máxima seguridad: hay que tener los métodos compirativos actualizados es la consigna que le repiten sin cesar a la razón.
Yo los miro desde mi atalaya; desde ese viaje astral que decidí darme en el momento justo en que comenzaron a tintinear los dulzones palabreos y opté por disfrutar el almibarado regalo que me había traído el otoño (siempre tan inclemente conmigo). Los observo resguardarse y tomar sus providencias; los observo confiar y entregarse a la Providencia.
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