lunes, junio 01, 2009

Desprenderme de tu abrazo es, cada vez, más difícil, más violento, más brutal.
Alejar mi piel de tus manos me deja desnuda, huérfana y errante.
Perder tu mirada de la mía es nublar el rumbo y tropezar en la nada.
Dejar de ver tu sonrisa es cerrar la jornada y renunciar.

Tu espalda es mi trinchera
desde ella enfrento la adversidad.

En tu beso reconozco mis convicciones
y se hace palabra sólida y decidida.

De tu sexo se alimenta mi fuerza
mi ansia, mi carne, mi imaginación.

Ya no intento explicarme qué había antes de tu llegada.

1 comentario:

La Hormiga dijo...

Qué romántico.