sábado, junio 13, 2009

El vacío y la desesperanza...


Hay vidas que son solo un sueño.
La realidad suele ser tan devastadoramente distinta que asombra,
paraliza,
entumece.
¿Dónde está la hebra,
el límite,
la ventana del túnel
por la cual ver donde estamos parados?
O dicho en forma, un tanto, prosaica,
¿dónde se halla el botón de pánico?
Quizás en las venas.
Solo allí pueden sentirse el vacío y la desesperanza.

Ahí radica el vivir, supongo, aunque parezca una burlesca contradicción:
levantarse a diario para ver si se tiene suerte y,
en la oscuridad del túnel,
surge una diminuta luz que evidencia una ventanita
para mirar,
para ver,
para saber y
decidir.
Digo contradicción porque, según las sabias palabras de algún libro añejo,
estamos hechos para ser felices;
para alcanzar, gracias a nuestro conocimiento y experiencia,
el nirvana de la paz y el amor.

En algún punto, nos desviamos de la ruta,
erramos el paso y
no nos damos cuenta,
tan obnubilados que vamos;
tan convencidos de los trazos que dibujamos en este acelerado itinerario.

Pero se puede enmendar el rumbo.
Siempre se puede.
Solo hay que esperar encontrarse con la bendita ventana que nos responderá,
cual oráculo,
si hemos estado habitando en un sueño
o en el vacío y la desesperanza.

1 comentario:

La Hormiga dijo...

Ale-tea,
espero que te sientas con el vaso medio lleno, y con esperanzas.
Un abrazo.