miércoles, abril 29, 2009

El Melqui...y nosotros...

La inconsistencia nos va bebiendo el seso
y nosotros dejamos que lo haga
mientras hundimos la conciencia
en los almohadones de la "modernidad".
Nosotros que dijimos seríamos rebeldes por siempre
nosotros que nos dijismos revolucionarios
nosotros que ya NO somos los de entonces.
Allí quedó él esperándonos
entre rejas soñó nuestro rescate
entre rejas se quemó a lo bonzo
esperando con el oído atento
una Internacional que no sonó en sus sienes.
Sus compañeros de la UCV no le devolvimos
la luca que nos pasó pal pan
el vino que llevó una noche
el chiste que nos tiró en Teoría Literaria
la libertad que gritamos le llegaría a todos.

Estimado lector le pedimos un momento de su atención para dar a conocer la situación en que se encuentra el Prisionero Político, Eduardo Vivian Badilla. A continuación una carta de él, desde la cárcel "El Manzano" de Concepción, Chile:

"Estimados compañeros:
Mi nombre es Eduardo Guillermo Vivian Badilla, nací el 24 de enero de 1965 en la ciudad de Copiapó. Me defino preso político y estoy recluido en el C.C.P. de Concepción desde el 15 de noviembre de 1996, con libertad bajo fianza en un proceso por la Ley de Control de Armas y Formación de Grupos de Combate. Además tengo una condena por Maltrato de Obra de Carabinero con resultado de muerte y Lesiones Graves y Robo con Intimidación en la Fiscalía Militar de Valparaíso (15 años), y en Concepción estoy condenado a 10 años por robo con intimidación.
Me inicié en la lucha política en la Universidad Católica de Valparaíso, en la Jota año 85. Época maravillosa, de la que estoy orgulloso, éramos tan jóvenes, tan puros, esos recuerdos de compañerismo, entrega, de los compañeros que ya no están, de tanto amor, de tantos miedos compartidos, de los sueños, esos recuerdos los llevo como un tesoro precioso, invaluable en lo más hondo de mi ser.
Con el tiempo llegué a formar parte del Destacamento Estudiantil del Frente Patriótico, ligado al Partido.Antes del plebiscito del 88 ya nos habíamos desconectado y no volvimos a reunirnos más. No hubo explicación, ni palabras, nada, simplemente desaparecimos del escenario, tampoco hubo a quien preguntarle por qué. Eran tiempos difíciles y nadie tenía muy claro qué estaba sucediendo, estábamos todos confundidos.
A raíz de la experiencia vivida y de una discusión inconclusa en el Frente, sobre los errores cometidos, empecé a vislumbrar nuevos caminos para seguir trabajando política y socialmente.
Los duros años vividos contemplando o vivenciando la profundidad de la pobreza de la zona y el encuentro con personas que buscaban lo mismo, me hizo creer en un nuevo proyecto. Este proyecto tenía como única finalidad el desarrollo de los trabajadores, de la clase obrera, la posibilidad de construir una organización obrera - política; en mi mente brillaba el PRT argentino y creía que todos los que estábamos ahí, más menos pensaban en lo mismo. Lo que no percibí fue el profundo desgaste, la fatiga interna en la que se estaba.
Me embarqué en este Proyecto sin darle mucha vuelta y partí en la dirección equivocada, en vez de detenerme a reflexionar, recuperarme de las heridas, me fui con todo, en un proyecto de organización, que quedó sólo en eso.
Desarrollamos una etapa interminable de recuperaciones, con las que financiamos: programas de radio, periódicos, murgas, encuentros sindicales, ollas comunes, etc.
La idea central, considero era la correcta, pero el eclecticismo ideológico, no permitió que todo ese trabajo cristalizara en una orgánica que hiciera de trampolín del Proyecto.
Creo que cometimos nuevos errores y yo empecé a tener fallas de seguridad y planificación. Estaba inmerso en una inercia y así fue como llegué acá. Tal vez fue un poco larga la historia, pero creo que necesaria para que se entienda porque estoy preso.
Lo concreto es que hoy no pertenezco ni quiero pertenecer a ninguna orgánica y todos estos años en la cárcel, he luchado mucho para con méritos propios recuperar la libertad. He desarrollado múltiples proyectos al interior del penal, proyectos laborales, estudiantiles y también familiares, no quiero que se me regale nada, ni tampoco abusar de un pasado político que hoy nadie entendería.
Muy agradecido, por el apoyo ofrecido, se despide,
Eduardo Guillermo Vivian Badilla07.308.307-9 "

Esta carta muestra la consecuencia de un luchador social que se mantiene firme en su convicción de que otro mundo es posible.
A pesar de las condiciones desfavorables en que se encuentra Eduardo, rindió este año 2007, la P.S.U (Prueba de Selección Universitaria) para postular a la enseñanza superior. Le gustaría estudiar la carrera de Ingenería Civil Industrial. Eduardo obtuvo un puntaje bastante alto que hasta la prensa local y nacional dio cobertura, (puede ver en el siguiente enlace:http://www.cronica.cl/edicion_cronica/seccion/articulo.php3?id=31110 )
Además se le concedió una beca del Ministerio de Educación para el pago arancelario de su primer año.Lamentablemete la Dirección Penitenciaria no le otorga el permiso para poder salir a cumplir con las obligaciones de su estudio

1 comentario:

Víctor Hugo dijo...

impresionante ... si bien está cumpliendo una condena de acuerdo a las leyes se le debería dar facilidades para estudiar....
por ejemplo con exámenes libres.... para que no pierda todos estos años en la carcel

saludos
VH