viernes, junio 01, 2007

Mi oficio diario...


¿Qué se escribe cuando se está conforme con los días?



Hace mucho que mi cabeza no da para poemas. Ser profe es un asunto de vísceras, que te roba el alma y te la devuelve en una sonrisa, un gesto de cariño, un saludo con afecto sincero.



Pero, al mismo tiempo, allí hay mucha poesía...en el hablar atropellado de los adolescentes, en la urgencia de sus urgencias, en sus anhelos idealistas, en sus frustraciones momentáneas, en sus grandes y atormentadas historias que los revolucionan por un día, un momento apenas y que las viven como si fueran su último exhalo...Allí también hay poesía.



Por estos días, no he escrito poemas...sólo los he mirado a la cara.

3 comentarios:

ignaciev dijo...

extraño conversar contigo, es la senación del deportista que alguna vez me contaste. estoy vivo.
muchos saludos.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

me cuesta imaginarte de profesora.

en todo caso, coloco junto a ti una ventana llena de luz.

george dijo...

Cada ser es un poema, solo hay que saber leer lo y disfrutar de las pequeñas cosas que ocurren...
¡suerte en tu importante profesión, yo admiro a los que aguantan la vida de enseñar.

los que dejan la "Piel" con los jóvenes!!!

un abrazo