sábado, diciembre 08, 2007


Un brebaje de tiempo me ha raptado de estos nuevos minutos de 42 años y me ha llevado hasta ti, y tu recuerdo, y tu figura, y tu cicatriz inconmensurablemente tierna...Las imágenes se me vinieron a las yemas de los dedos y, desde allí, inundaron la pieza, la tarde, el alma.

¿Cómo poder sobornar a la distancia para que te traiga hasta mí aunque sea por sólo un atisbo de instante?

Sé que estás allí, a la vuelta de mi retina, al amparo de mi corazón, leyendo estas líneas anhelantes...sé que miras lo que escribo porque el destino no puede ser tan insensible como para haberte alejado tanto.

Habitas el despeñadero de mis sueños, mis febriles ensoñaciones, el lado amable y luminoso de mi existencia, mi amor más puro y no contaminado...sobrevives en mi reducto de ingenuidad, en el borde de mi paciencia por encontrarte algún día, en mi fantasía...

Te quiero aún.

3 comentarios:

Víctor Hugo dijo...

Muy bonito lo que escribes ... peroparece que estas sufriendo harto .. o no?

un abrazo

george dijo...

Vigilia,
¿solo tienes 42?
estás en la mejór edad de la vida, mujer con experiencia, cuerpo maduro (todavia joven), sal de la letargia, olvida el amór perdido, emprende salidas, viajes con amigas y amigos, despega de la inmovilidad,
no olvides: hay también alegria en este pobre mundo!!!

un abrazo para animarte

Gonzalo Villar Bordones dijo...

a veces, el cielo permanece en nuestros ojos.