viernes, julio 20, 2007

Por esta vez
sólo por esta vez
le acestaré un golpe
a la melancolía
y le regalaré una sonrisa
a la noche
no sea cosa que se acostumbre
y ya luego
no pueda
dejar de reir.
¡Qué reclamo de mandíbulas!
Nada puede ser más perverso
y
morboso
que estar condenado
a la sonrisa.

No hay comentarios.: