viernes, julio 27, 2007

Una estampida de tiempo
me estrelló lejos de ti

y me mantiene prisionera de un recuerdo.

La memoria esclaviza

atrapa en su red azul

espanta el presente

e instaura la dictadura del pasado.

Enceguece la razón

desperfila el andar

y hace vanos los intentos de seguir.

Siempre vuelvo hacia ti

y a tu figura fantasmal

casi legendaria en mi corazón.

Las palabras se han secado

de tanto buscarte

las ha trizado el viento

las ha cubierto el polvo y el rocío

me las devuelve frías

como la muerte.

Ya no estás en sitio alguno

ni debajo de las piedras

ni en el recodo de las nubes

no habitas los otoños

nadie sabe de tu nombre.

Sólo yo sé de tu aliento

del que me niego a despojarme

más bien lo tejo y lo destejo

pensando que un día he de encontrarte.

No te venzas al olvido

no renuncies a recordarme.

Si llegara ese día

lo sabrían las mariposas y mis manos

ambas alas se caerían

en el sepulcro del silencio.

No me prives de tu mirada

antes que llegue la noche

esa eterna y absoluta

que me arrebate el último llamado

y me robe de la retina tu imagen amada.

3 comentarios:

Gonzalo Villar Bordones dijo...

bello poema, todo un mundo de nostalgia.

ignaciev dijo...

sufrimos del complejo de dante, pero no tenemos su sensibilidad para darles tantas hojas al tema.
sin duda tu tienes mas sensibilidad que yo

Luis Seguel Vorpahl dijo...

¿nio un mísero recibo del mensaje enviado?, ojalá todo esté bien allí dentro.