viernes, julio 14, 2006

Escritura...

Es cierto...
uno escribe para uno, para descifrarse, conocerse y, siquiera, comprenderse un poco.
Uno escribe emulando un acto de redención, para purgar lo que se intenta decir y que otros no pueden escuchar. Pero no poder escuchar es muy humano porque nadie puede oir lo que otro siente.
No hay cárcel peor que las palabras y no hay mayor penuria que aquél que intenta librarse de ellas.
Las palabras nos vienen cosidas a algunos; cosidas con hilo de piel, de nervio y de alma. Deshacerse de ellas es desarmarse, mutilarse, perderse.
Cuando se tiene conciencia de que uno trae adherida tamaña carga sólo queda un camino: hundir la nariz en la telaraña de las letras y escribir.
Escribir como el acto sublime de la paradoja:
"lo que te asfixia al mismo tiempo te mantiene vivo, sintiendo".
Es un ejercicio que no cesa...eterno, adictivo y placentero.

2 comentarios:

Luis Seguel Vorpahl dijo...

Si, nunca nadie tuvo tanta razón frente a algo. Tienes la bestia del escritor dentro de ti, igual que la teniente Ripley en Alien, domarlo lleva toda la vida, y más. Felicidades y fuerza, eres la mejor

dreamparanoid dijo...

Escribir, escribir y escribir.
A veces me canso de segregar tantas letras, me canso de unirlas y pegarlas con saliva.

Cuando dejo que se sequen en mi estómago, estas forman costras duras como cálculos.
entre el dolor de estómago y el cansancio mi cuerpo está en vaivén.

ahora me siento, y vomito mis cálculos.