
Llevan horas así, pero no dan cuenta del tiempo ido. A ratos los supera la distancia y se hacen ovillos, yagas, se vuelven fetos, se huelen, se penetran.
Comienzan a balbucear, a abrir los ojos, a mirarse de frente y de costado, a escrutarse. Dejan sus manos quietas y las lenguas articulan dichos, historias, epifanías.
Se tropiezan las palabras, se percatan de los relojes, se descubren desnudos y desconocidos, se preguntan el nombre...se acaba la magia.
1 comentario:
inclusi, la magia se acaba.
pero, también regresa.
Publicar un comentario