martes, febrero 20, 2007

(Des)hacerse...

Hoy me dediqué a hacer un aseo terminal. ¡Qué difícil es desprenderse de papelitos, viejas cajas de fósforos, hojas secas, cuadernos de antiguas clases y un sinnúmero de pequeños tesoros que marcaron un momento infinito!
Es casi un sacrilegio deshacerse de trozos de memoria viva. Duele, pero a veces es necesario ese dolor para avanzar y atesorar otros momentos. Aún no estoy segura de si hice bien...tengo una sensación de desnudez y de orfandad y es curioso porque la memoria no va a parar al basurero...queda allí, intacta, pero se siente algo desvalida sin sus ropajes tangibles.

¿Por qué hoy precisamente? Tal vez tiene que ver con el estar preparándome para volver al trabajo, las clases y los niños...quizás es una breve despedida de estos días de relajo, en donde primaron el ocio, el viaje a mi puerto eterno y una inusitada energía por desprenderme de viejas ataduras, despegarme de cariños que ya no pueblan mi presente.

Quisiera que, con este acto, mi yo entero quedara dispuesto a nuevas aventuras, experiencias tan inolvidables como las que hoy se fueron, momentos tan sublimes como los que recordé mientras limpiaba mis rincones.

Ha quedado espacio para otros sueños.

3 comentarios:

david santos dijo...

Hola!
Trabajo bello!
Gracias.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

dónde has puesto tu mirada a esta hora?

acaso en el mismo atardecer que me abraza en este Santiago?

Luis Seguel Vorpahl dijo...

Puchas...no pierdas los palelitos de mi.