sábado, febrero 24, 2007


Uñas enlutadas en dedos crispados
alaridos destemplados
ciegos
voces acalladas en un espasmo incómodo
cuerpo acribillado
demudado...



Una imagen poética para una tarde de abulia, de ramas inmóviles recortadas en el cuadro de mi ventana...Sólo las aspas de gigantes mecánicos parecen respirar en esta ciudad, ahora silenciosa, casi agónica, sin el cosquilleo de transeúntes curiosos...

Una tarde a punto de explosionar en su apatía, salpicando minutos a esta pobre ciudad que yace como un enorme cetáceo dormido a merced del tiempo...

Soy la cronista del tedio, la celadora de ese sueño urbano, la eterna vigía que tritura la realidad desde su ventana...Pero también soy esquirla del cetáceo; soy reflejo de ocaso y soy un minuto en la vida de tantos.

3 comentarios:

Gonzalo Villar Bordones dijo...

eres el princio y el fi, como una princesa vestida de olas y ciudad.

Miguel Ángel Ángeles dijo...

la abulia me da miedo.
mata.

me gusta tu blog.
mucho.
yo también te visitaré...

david santos dijo...

Hola!
Bello! Mucho bello!
Gracais