viernes, junio 02, 2006

388

Algo de frío, pocos esperantes en la esquina y la hora que pasa.
Una micro ciega pasa de largo, desilusionando las manos estiradas que piden su auxilio.
Será, pues! Habrá que esperar.
hay que caminar para espantar el frío. Todos los esperantes con las manos en los bolsillos y los ojos puestos en las lejanas luces móviles.
Viene otra. Parece que ésta sí.
Baja la velocidad, todos cuentan sus monedas, yo las atrapo en mi mano y...nada.
Se arrepiente a última hora, acelera y sigue de largo, dejando una ristra de garabatos en el ambiente.
Se consultan los relojes. La hora avanza, el atraso viene, el descuento amenaza.
Vamos por la tercera! Es la vencida, pensarán algunos.
Llega. Viene llena. Se acomodan los bultos humanos.
Y en el fragor del tambaleo me hago amiga de un obrero.
Las sardinas ¿comentarán la vida como los hacemos los humanos?

1 comentario:

dreamparanoid dijo...

creo que si.
ellos tienen mas lengua que nosotros.
tienen mas lugar por donde escupir, y si escupen, sin querer igual el rio llevará tu mierda o huevos a la oreja de otra...
con respecto a las enlatadas...
podrán conversar tanto como dos muertos embutidos en un tumba.

ellos penan.