sábado, octubre 07, 2006

Callando...cayendo

Párpados pesados
la mente llena de grillos incandescentes
la lengua cosida al paladar
no hay palabras en el estuche.

Un hoyo en la memoria
estampida de imágenes
un yo fosilizado en el presente
ilusiones perturbadas en la niebla.

Gritos disfónicos
uñas carcomidas de cotidiano
y el respirar de un gigante abatido.
Es la despedida.

El garabateo de horas trágicas
un clamor de auxilio solapado
un reloj que aprieta inmisericorde
penas enquistadas en la médula.

Manos aferradas a la cordura
elástico que anuncia quiebre
la hebra umbilical agusanada
el desplome de peldaños.

¿Dónde habrá un huracán de brisa?

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