martes, enero 16, 2007

Batman de visita...


Hoy me ocurrió algo... ¿curioso? ¿exótico? ¿macabro?...la verdad, no sé cómo definirlo.

Pese a que no hacía tanto calor como otros días (casi 28º) las ventanas del departamento estaban abiertas. Eran cerca de las 16:00 hrs. Santiago no lucía un sol radiante, pero había mucha luz. Yo estaba junto a mi madre en su cama viendo tv.

De pronto entró por la ventana un pájaro con un vuelo bastante oscilante (por decir algo). De inmediato pensé en un gorrión, pero al fijarme bien en sus alitas descubrí que era un MURCIÉLAGO.

El pragmatismo habitual de mi madre se fue a la cresta y comenzó a dar unos espasmos porque los gritos no le salían...(debo decir que ahora me río al recordar la escena). Yo recordé en un segundo, aquellos documentales que hablan de estos extraños, aunque bellos animales y la conminé a quedarse inmóvil, mientras yo pensaba que me tocaba hacer de heroína y sacarlo de la pieza.

Tomé un diario y me dispuse a una lucha encarnizada con el visitante, no sin antes encomendarme al SAG, la OMS y San Expedito.

A cada uno de mis movimientos seguía un vuelo hacía mí y los consabidos gritillos de mi madre hasta que, por fin, le asesté un golpe de hojas al bicharraco, el cual cayó cerca de mí. Enseguida mi mamá salió de la pieza y yo me encerré con este ser que ya se había arrastrado debajo de la cama.

Al tocarlo, volvió a elevarse y en ese instante, como una avezada jugadora de beisbol, le di un diarazo que lo sacó ipso facto del departamento...Recién ahí volvió la calma, aunque debo decir que aún a esta hora (22:01) mi madre aún tirita, las ventanas están cerradas y nosotras acaloradas miramos con desconfianza la noche que ya cae en la ciudad.

Fue una extraña visita que alteró la cruel monotonía de una tarde de vacaciones jajaja.

3 comentarios:

Gonzalo Villar Bordones dijo...

puede ser una señal, como en Macondo.

mis ojos se han hechizado con tus imágenes.

Luis Seguel Vorpahl dijo...

Bicharraco pesado, aunque no lo culpo por querer entrar a tu pieza

Alejandro Hirmas dijo...

son unos simples curiosos...
se meten donde no los buscan, en cierto sentido se parecen a algunas personas...