miércoles, octubre 11, 2006

Plegaria...

Se disipa la niebla
ya no hay escaramuzas posibles
los pecados yacen en carne viva
la noche cae a borbotones
se entierran las uñas en la sangre
y el alarido son las campanadas de la iglesia
salen despavoridos los soles
la luz torna febriles los pensamientos
cuerpos confusos se atropellan
se rozan, se embisten, copulan
el caos arrecia las mamparas
un cortejo fúnebre desarma las veredas
un olor almibarado recorre los techos
la brisa se disfraza de invisible
un halo funesto emerge de las lenguas
es el sino que presagia tormentas
octubre rojo negro tornasol
la parálisis de los miembros
una condena indeseable
el reloj destripado de la memoria
un rayo que detona luciérnagas opacas
el final anunciado
un acto irredimible
el parto descifrado
bocas cosidas en el fermento del espanto
algo se viene irremediable
se acerca, se yergue, conmueve
una bienvenida de crespones negros
aliento sulferino
las piedras palpitan plegarias
ojos desorbitados atisban el horizonte
ya está aquí
ineludible
corpórea
inmutable
la patrona de los insomnes
anfitriona de alucinaciones
néctar del abandono
nuestra señora la Locura
¡Ruega por nosotros
tus seguidores
ahora y en la hora de la Cordura!
¡SALUD!

2 comentarios:

Gonzalo Villar Bordones dijo...

gotas de sangre que anuncian la hora de la cordura.

como debe ser.

dreamparanoid dijo...

Caótico

cayendo

por pedazo

cada

palabra

acercándome

mas
y mas


al piso

como golpes de infancia en el estómago.

ruega por nosotros