viernes, diciembre 29, 2006

El viaje

El regreso es una ilusión óptica, un espejismo. Jamás se regresa a un lugar o a una persona porque, si así fuera, supondría que los lugares y las personas son estáticos.
Regresar, querer o intentar hacerlo es una utopía; una historia que nos contamos para gozar de una tranquilidad artificial y artificiosa.

El gram mito del regreso va de la mano de Ulises en su Odisea desenfrenada. Pero, ¿realmente regresó?. No. Sólo volvió. Y volvió para volver a salir.

Necesitamos creer en el regreso, talvez como una forma de purgar aquello que creemos hicimos mal y que con este aparente retorno, se nos abre una oportunidad para enmendar. He ahí el espejismo.

Los que volvemos no somos los que zarpamos.

1 comentario:

Luis Seguel Vorpahl dijo...

UN abrazote de regreso, de ida y de pasión, saludos y cuidate